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El Gobierno admite que prefiere que la francesa Total sea la que entre en Repsol

Nuevo giro de los acontecimientos en torno a la oferta de Lukoil por Repsol. Rubalcaba admite que le gustaría que la francesa Total entrara en liza para ser el caballero blanco que controle la petrolera española. Zapatero no ve problemas “en el horizonte”.

Nuevo giro de los acontecimientos en torno a la oferta de Lukoil por Repsol. Rubalcaba admite que le gustaría que la francesa Total entrara en liza para ser el caballero blanco que controle la petrolera española. Zapatero no ve problemas “en el horizonte”.
LD (L. Ramírez)  Finalmente, el Gobierno muestra su disposición a que la petrolera francesa Total entre en el capital de Repsol. El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo a Sarkozy que le dará “todo lo que le pida” por cederle una silla en la Cumbre del G-20 que se celebró en Washington, y el sector energético español es muy atractivo para las empresas francesas.
 
Aunque la francesa Total descarta, por el momento hacer una oferta para comprar una parte del capital de Repsol, no sería la primera vez que tras una negativa pública una compañía hace todo lo contrario. De hecho, es bastante común cuando se trata de operaciones complejas que afectan a varios países.
 
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió este lunes que, en principio, preferiría el grupo petrolero francés Total para la compra de Repsol aunque indicó que, de todos modos, "habría que ver" el estado y las condiciones de la negociación, operación que él dijo desconocer.
 
"Si me pregunta si hay algún socio que a mí me gustara más que Lukoil seguramente encontraría alguno, el problema es que ese no tiene dinero", indicó en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press. Preguntado si le gusta más la opción francesa que plantea Total, sentenció: "Pues igual sí, pero habría que verlo".
  
"Estamos todos de acuerdo en el Gobierno", replicó al ser cuestionado por un posible desencuentro entre los miembros del Ejecutivo sobre la entrada de Lukoil en la compañía española. En cualquier caso, abogó por esperar a ver "cuáles son los derechos políticos" de la nueva empresa que adquiera parte del capital de Repsol y si ésta tiene intención de intervenir en su gestión.
 
"Quienes están preocupados por el porvenir estratégico de Repsol quizá lo estarían menos si supieran, cosa que yo no sé, que, por ejemplo, quien está entrando no pretende tener derechos políticos en la compañía", planteó.
 
Tras ello, recordó que la negociación se está complicando por "muchas dificultades", entre ellas, citó, la crisis económica "importantísima" y el hecho de que la compra del paquete de acciones "vale mucho dinero". "Estamos ante una operación de una empresa que tiene dificultades, que tiene que salirse de otra muy importante sin crear dificultades, y hace falta alguien que entre con dinero", concluyó.
 
Zapatero no ve problemas “en el horizonte”
 
Por su parte, el presidente del Gobierno aseguró que "en el horizonte" no hay "ninguna señal de alarma" sobre el suministro energético, cuya seguridad y garantía, dijo, es una prioridad para el Ejecutivo.
 
Para garantizar el suministro, Zapatero destacó que el Gobierno está llevando a cabo acuerdos con otros países para facilitar las interconexiones (caso de Francia), favorecer la presencia en los distintos mercados y haciendo uso de su "capacidad de interlocución" con aquellos países "que tienen la suerte de ser los auténticos productores de energía".
 
El jefe del Ejecutivo realizó estas declaraciones durante su intervención en unas jornadas organizadas por The Economist, a las que también asistió, entre otros invitados, el presidente de Sacyr, Luis del Rivero. El grupo de construcción y servicios considera actualmente la posibilidad de vender la participación del 20% que tiene como primer accionista de Repsol YPF, en la que estaría interesada la rusa Lukoil.
  
Aunque el acto incluyó preguntas de los empresarios asistentes, nadie se refirió a la posible operación y tampoco lo hizo el presidente del Gobierno. No obstante, en su intervención inicial Zapatero sí hizo una referencia general al carácter abierto de la economía española y un alegato contra el proteccionismo.
  
 "Descreo del proteccionismo, que es un factor de retroceso para el progreso de los pueblos", afirmó el jefe del Ejecutivo, quien recalcó que España "seguirá siendo un país abierto" y "atractivo para la inversión extranjera".
 
El ICO descarta la opción de Lukoil
 
Y para alejar más la posibilidad del desembarco de la empresa rusa en el sector energético español, el presidente del Instituto del Crédito Oficial (ICO), Aurelio Martínez, calificó de operación "muy complicada" la oferta, debido a los problemas de financiación de Lukoil.
 
"Desde el punto de vista financiero, la subrogación del crédito de 5.000 millones de euros presenta dificultades para las entidades, es una macro operación tremenda", dijo el presidente del ICO, para quien no está claro "cómo acabará".
 
Martínez informó de que el ICO no ha sido invitado a las negociaciones en curso para reformular el crédito de la constructora con el fin de traspasarlo a la empresa rusa, pero que si las entidades acreedoras alcanzan un acuerdo, tomará una posición al respecto.
  
Sobre la participación del ICO en la financiación de la entrada de Sacyr Vallehermoso en Repsol, Martínez indicó que el instituto no puede comentar las operaciones que lleva a cabo con sus clientes, pero puntualizó que, según ya anunció la constructora, el ICO aportó el 7% del préstamo.
 
Martínez precisó además que el ICO no lideró la financiación para permitir la entrada de la constructora en la petrolera en 2006, en la que participaron más de 40 entidades, y calificó la operación sindicada de "normal y corriente". "No le encuentro segundas lecturas" a la participación del ICO, sostuvo su presidente.
 
En este sentido, agregó que todas las grandes empresas que cotizan en el Ibex 35 han invitado al ICO a participar en los préstamos para financiar grandes operaciones o planes de expansión, y que el instituto suele aportar entre el 6% y el 7% del crédito.
  
Según explicó, el ICO emite bonos en el exterior y utiliza este ahorro captado en el extranjero para financiar las operaciones que se consideren "de interés" para la economía española, de acuerdo a las directrices del Gobierno, y que la entrada de Sacyr en Repsol se entendió como una operación "buena y estratégica".
  
Las entidades financieras se reunen
 
Precisamente este martes, la Caixa y las entidades acreedoras de Sacyr (Santander, Caja Madrid, Citigroup y Calyon) se reúnen para negociar las condiciones del préstamo a Lukoil para que la petrolera rusa pueda hacerse con el 20% de Repsol en manos de la constructora.
 
La Caixa y las entidades continuarán así la reunión que celebraron el pasado viernes para estudiar las maneras de reformular el crédito de la constructora y adaptarlo a las condiciones de Lukoil con vistas a su entrada en el accionariado de Repsol.
 
El encuentro del viernes se centró en estudiar las garantías que habría que pedir a Lukoil y cómo se podría estructurar el préstamo, en el actual escenario de dificultades de financiación ante el cierre de los mercados mayoristas.
  
La Caixa, que anunció la celebración de este encuentro entre entidades para analizar la financiación de la entrada de Lukoil en Repsol, está dispuesta a vender parte de su participación indirecta en la petrolera a través de Criteria, condicionado al cierre del acuerdo de venta entre Sacyr y Lukoil.
  
En la actualidad, la Caixa controla un 14,123% de la petrolera, en la que también participan la aseguradora Axa (4,2%) y Pemex (3%). La caja catalana articula su participación a través de su sociedad conjunta con Caixa Catalunya, Repinves, (6,1%) y de Criteria (9,1%).
 
El préstamo de Sacyr
 
Sacyr financió la compra del 20% de Repsol YPF con un préstamo sindicado en el que participan 48 bancos que a cierre del pasado mes de septiembre presentaba un saldo de 5.143 millones de euros. El plazo de vencimiento es de cinco años.
  
En virtud de las condiciones pactadas con dichas entidades, Sacyr debe aportar garantías adicionales a los bancos si, además de otros distintos ajustes, durante tres días consecutivos el ratio entre el valor de mercado de las acciones de Repsol (que Sacyr puso como garantía de la financiación) y el saldo vivo de la deuda del grupo constructor relacionada con la petrolera desciende del 105%. A partir de este próximo mes de diciembre no deberá ser inferior al 115%.
  
Dados los descensos de la Bolsa de los últimos meses, recientemente el grupo que preside Luis del Rivero reconoció que tuvo que volvió a pignorar (hipotecar) parte del capital social de Testa, su filial de patrimonio, para aportar garantías adicionales.
 

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