El propio PSOE admite que su modelo de sanidad pública es insostenible

La pasada semana la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, se atrevió a dar lecciones a EEUU sobre cómo reformar su sistema sanitario. En su blog, Pajín ponía como ejemplo de avance y eficiencia el modelo sanitario español (Seguridad Social), frente a la gestión privada que opera en EEUU. Aparte de incurrir en falacias, Pajín insistía en criticar el sistema sanitario de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana frente al modelo de las regiones socialistas.

Sin embargo, el Gobierno socialista de Asturias ha desmontado tal argumentación durante el presente mes de agosto. La espita ha saltado. El Principado estudia una reforma en profundidad de su sistema que, hasta ahora, constituía todo un icono de sanidad pública para el Partido Socialista.

El pasado 15 de agosto, el consejero de Salud del Ejecutivo asturiano, Ramón Quirós, abrió el debate: "Siempre he dicho que excelente que la Sanidad sea gratuita en todos los aspectos, pero el tema está en que si hay que pagar algo -en los medicamentos hay un pago por parte de los ciudadanos- este Consejero siempre ha defendido que estos copagos puedan ser proporcionales a la renta de las personas, de tal manera que quien más tiene más aporte"

"Lo que se plantea de fondo es que la Sanidad tiene un coste [...] Y lo que tenemos que poner encima de la mesa es debatir cuánto queremos gastarnos en Sanidad y cuánto podemos pagar, porque no hay que olvidar que los fondos de los servicios públicos nacen de los impuestos de los ciudadanos y si lo gastamos en una cosa, no podremos gastarlo en otra".

Según Quirós, la financiación sanitaria no peligra, "pero la Sanidad tiene un coste. Hay que decir algo alto y claro. Si tenemos que gastar más en Sanidad hay que gastar menos en otras cosas, como en cualquier familia".

Por otro lado, el consejero admite que, "para una población estable como Asturias, que estamos implantados en torno al 1.100.000 habitantes, se está incrementando el número de recetas, es decir, recurrimos mucho al medicamento, más que otros países". De este modo, Quirós admitió, entre líneas, el grave problema de financiación sanitaria que padece Asturias.

El debate salta en Asturias

Las declaraciones de Quirós han avivado, en las últimas semanas, un intenso debate sobre la necesidad de reformar el modelo sanitario de Asturias. El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, anunció en marzo de 2008 la apertura de un debate social ante las señales de "alarma" que emitía la financiación sanitaria.

Hace escasos días, el consejero de Economía, Jaime Rabanal, difundió un comunicado en el que subrayaba "la necesidad de abrir un debate serio y reflexivo sobre la sostenibilidad del sistema sanitario público y la mejora de la eficiencia en el uso de los recursos". Rabanal ha recortado el gasto público en 101 millones de euros, con el fin de afrontar el pago de las nóminas del personal sanitario.

En una llamamiento inédito, el Gobierno socialista de Areces pidió este agosto a los ciudadanos que "no abusen" de la sanidad y planteó la concentración de servicios. Los expertos, mientras, hablan de cerrar hospitales, copago y reducir el gasto en fármacos.

Congelación de salarios

Así, el investigador del Instituto de Análisis Económico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ángel de la Fuente, autor de varios estudios al respecto, aportaba su particular receta para salvar el modelo: copago, congelación salarial para los funcionarios, pago por visita médica y compartir servicios con otras CCAA.

En una entrevista concedida a El Comercio Digital, afirmaba que "no hay más remedio que empezar a tomar medidas, cuanto antes mejor. No se trata en absoluto de desmantelar la sanidad pública, pero todo el mundo entenderá, por ejemplo, que no se debe regalar dinero a quien no lo necesita y que no es bueno duplicar servicios".

"Estamos hablando de un problema estructural muy serio. Además, el Gobierno asturiano no se distingue por su afán, digamos, ahorrador. Cuando plantea la necesidad de recortes, seguramente impopulares, es porque no le queda otro remedio".

Matiza que "el sistema no va a colapsarse de un día para otro. Seguramente podremos aguantar dos o tres años sin grandes cambios, pero cuanto más tardemos en empezar, más difícil será arreglar el problema".

La carencia de financiación es grave. "El pastel se ha hecho más pequeño", indica De la Fuente. "Todas las CCAA han conseguido que su trozo de la tarta sea más grande, pero no lo suficiente como para compensar el descenso de la recaudación".

De hecho, ni siquiera una supuesta recuperación económica solucionaría el problema: "Aunque volviéramos a crecer, creceríamos menos que en los últimos 10 años y si se mantiene el ritmo de crecimiento del gasto sanitario la cosa será cada vez peor".

Copago en los servicios

Es decir, el sistema es insostenible a largo plazo, según este experto. Por ello, aboga por aplicar el copago. "No parece razonable que por estar jubilado las medicinas tengan que salir gratis y hay jubilados que tienen ingresos más que razonables. Cobrar una cantidad aunque sea simbólica, por visita médica también sería una buena idea", admite.

Además, se deberían congelar los salarios, "y no sólo los del personal sanitario sino los de todos los funcionarios". "Los salarios suponen el 40% o el 45% del gasto sanitario y por eso la congelación salarial además de imprescindible es necesaria y justa", añade De la Fuente. Por último, aboga por la cooperación sanitaria con otras CCAA, derivando determinados servicios a otras regiones.

Rasgos de la sanidad pública asturiana

El diario La Nueva España sintetiza los principales rasgos del modelo sanitario del Principado:

Cuenta con 13 hospitales de uso público, 69 centros de salud, 117 consultorios periféricos y 34 consultorios locales. Todo ello para dar cobertura a menos de 1.100.000 habitantes. La red de infraestructuras es muy tupida y, por consiguiente, supone un coste elevado.

El tercer gasto per cápita más alto de España: El presupuesto de la sanidad asturiana para 2009 asciende a 1.554 millones de euros. En 2002, año en que se hizo oficial el traspaso de las competencias sanitarias al Principado, había sido de 982 millones.

En siete años, las cuentas sanitarias han crecido un 58%. Sin embargo, el gasto per cápita de Asturias es uno de los más elevados de España. En 2009 asciende a 1.460 euros, una cifra sólo superada por el País Vasco y Extremadura.

Gasto muy elevado en relación al PIB: casi el 40% de los Presupuestos del Principado se dirigen a sufragar el gasto sanitario. La factura sanitaria de la región equivale al 6,9% del producto interior bruto (PIB). En 2005 el gasto sanitario en Asturias representaba el 6,4% del PIB, frente al 3,5% en la Comunidad de Madrid o el 4,2% en Cataluña.