
Según el presidente de la Comisión, una disputa como la que impidió llegar a un acuerdo sobre el presupuesto durante la anterior Presidencia luxemburguesa bloquearía la futura expansión de la UE y dejaría a Gran Bretaña sin sus aliados naturales en la Europa del Este. Además, minaría las perspectivas de un acuerdo para la liberalización del comercio mundial, sobre el que negocian esta semana en Hong Kong los ministros de los 147 países miembros de la Organización Mundial del Comercio.
Esas advertencias tienen especial relieve, dice el periódico, al venir de un político como Durao Barroso, que acogió a Blair, al presidente de Estados Unidos, George Bush, y al entonces jefe del Gobierno español, José María Aznar, en la cumbre de las Azores para tratar de la invasión de Irak. "Es tremendamente contradictorio –critica Durao Barroso– manifestar grandes ambiciones para Europa por lo que respecta a las reformas o a la apertura de mercados pero olvidarse de esas ambiciones cuando se trata del presupuesto para adoptar una perspectiva minieuropea". "Espero que nuestros amigos británicos tengan el valor de explicar esto. Continuar la ampliación a veintisiete países sin ser capaces de acordar las perspectivas financieras siquiera para los veinticinco actuales no es creíble: seamos francos".
Durao Barroso da razón a quienes argumentan que la proyectada ampliación de la UE a Rumanía y Bulgaria en 2007 es imposible con el actual plan británico: "Con el presupuesto (presentado por Londres) no podemos acomodar a esos dos países", afirma. El presidente de la Comisión señala además que las relaciones de Londres con los diez últimos países en ingresar en la Unión Europea corren también peligro porque ésos necesitan como agua de mayo un acuerdo que les permita acceder a miles de millones de euros en subsidios. El primer ministro británico quiere, por el contrario, recortar en 14.000 millones de euros el presupuesto destinado a esos nuevos miembros, con lo que Polonia perdería 5.700 millones, y Blair lo justifica con el argumento de que esos países no podrían absorber tanto dinero.
Durao Barroso apoya, por el contrario, el llamamiento que hizo Blair la pasada semana a favor de que se revise en los años 2008 o 2009 el presupuesto europeo con vistas a posibles recortes en la partida destinada a la Política Agrícola Común antes de 2013. Preguntado si el problema no radica sobre todo en las tendencias proteccionistas y antirreformistas francesas, Durao Barroso rechaza entrar en "el juego franco-británico". "Lo único que puedo decir es que cuando pido a todo el mundo que muestre flexibilidad, todo el mundo tiene que hacerlo: por supuesto, todos los Estados miembros. Pero el país que preside (la UE) tiene una especial responsabilidad", enfatiza.
