L D (EFE)
Según informaron fuentes jurídicas, el magistrado de la Audiencia Nacional -que tomó declaración esta mañana a Magallaray, detenido el pasado miércoles en Mondragón (Guipúzcoa)- ha dado un plazo de 72 horas al imputado para depositar la cantidad exigida. Garzón adoptó esta decisión a pesar de que, tras la comparecencia de Magallaray, el fiscal había solicitado su ingreso en prisión incondicional.
Las tabernas de Batasuna crean y lavan dinero del terrorismo. Mallagaray, directivo de Caja Laboral, del Grupo Mondragón, usaba su cargo para alertar al entramado empresarial de ETA para que sacaran el dinero de sus cuentas antes de que fueran intervenidas por Garzón.
La Caja Laboral ha decidido relevar a Mallagaray cautelarmente de su puesto de director del departamento de auditoría interna de la entidad, y ha iniciado "una investigación interna con carácter preventivo sobre su actuación profesional". La entidad guipuzcoana, perteneciente al grupo Mondragón, ha difundido un comunicado, en el que reitera su compromiso "con el cumplimiento escrupuloso de la ley y la transparencia ante las autoridades competentes".
Según informaron fuentes jurídicas, Ignacio María Mallagaray Cortázar alertó a responsables de "herriko tabernas" -sedes sociales de Batasuna- de la intervención judicial de las cuentas relacionadas con estos establecimientos decretada por el magistrado de la Audiencia Nacional el pasado abril en una operación en la que fueron detenidas once personas en el País Vasco y Navarra a las que se acusó de integración en ETA y, más concretamente, en sus entramados de financiación.
Mallagaray, al menos, alertó de esta medida judicial al responsable de la "herriko taberna" de Mallabia (Vizcaya), de la que él es tesorero, para que retirara el dinero de la cuenta que tenía abierta en la Caja Laboral Popular ante la intervención judicial ordenada por Garzón.
Las fuentes explicaron que Mallagaray -miembro del Comité Local de HB en Mallabia y ex concejal de esta localidad por Batasuna- tenía su teléfono intervenido. A través de sus conversaciones se han podido conocer sus contactos con los responsables de "herriko tabernas", así como que frecuentaba habitualmente la de Mallabia, que además se encuentra en el mismo edificio donde éste tiene la sede social de una empresa a través de la cual controlaba, presuntamente, las cuentas de algunos de estos establecimientos.
Además, según las citadas fuentes, en 1998, cuando Garzón ordenó el bloqueo y embargo de las cuentas de Orain, sociedad editora del diario vasco "Egin", clausurado por el magistrado, fue llamado a declarar en relación con la desaparición de unos 80 millones de pesetas de una de las cuentas de esta empresa.
En su declaración ante el juez como director de la auditoría interna de la Caja Laboral, Mallagaray atribuyó entonces la desaparición del dinero a un "despiste" y aseguró que el banco lo subsanaría. La detención de Mallagaray es continuación de la operación en la que el pasado abril Garzón estableció la utilización de la red de "herriko tabernas" de Batasuna como parte del sistema financiero al servicio de la organización terrorista ETA/KAS/EKIN.
Las tabernas de Batasuna crean y lavan dinero del terrorismo. Mallagaray, directivo de Caja Laboral, del Grupo Mondragón, usaba su cargo para alertar al entramado empresarial de ETA para que sacaran el dinero de sus cuentas antes de que fueran intervenidas por Garzón.
La Caja Laboral ha decidido relevar a Mallagaray cautelarmente de su puesto de director del departamento de auditoría interna de la entidad, y ha iniciado "una investigación interna con carácter preventivo sobre su actuación profesional". La entidad guipuzcoana, perteneciente al grupo Mondragón, ha difundido un comunicado, en el que reitera su compromiso "con el cumplimiento escrupuloso de la ley y la transparencia ante las autoridades competentes".
Según informaron fuentes jurídicas, Ignacio María Mallagaray Cortázar alertó a responsables de "herriko tabernas" -sedes sociales de Batasuna- de la intervención judicial de las cuentas relacionadas con estos establecimientos decretada por el magistrado de la Audiencia Nacional el pasado abril en una operación en la que fueron detenidas once personas en el País Vasco y Navarra a las que se acusó de integración en ETA y, más concretamente, en sus entramados de financiación.
Mallagaray, al menos, alertó de esta medida judicial al responsable de la "herriko taberna" de Mallabia (Vizcaya), de la que él es tesorero, para que retirara el dinero de la cuenta que tenía abierta en la Caja Laboral Popular ante la intervención judicial ordenada por Garzón.
Las fuentes explicaron que Mallagaray -miembro del Comité Local de HB en Mallabia y ex concejal de esta localidad por Batasuna- tenía su teléfono intervenido. A través de sus conversaciones se han podido conocer sus contactos con los responsables de "herriko tabernas", así como que frecuentaba habitualmente la de Mallabia, que además se encuentra en el mismo edificio donde éste tiene la sede social de una empresa a través de la cual controlaba, presuntamente, las cuentas de algunos de estos establecimientos.
Además, según las citadas fuentes, en 1998, cuando Garzón ordenó el bloqueo y embargo de las cuentas de Orain, sociedad editora del diario vasco "Egin", clausurado por el magistrado, fue llamado a declarar en relación con la desaparición de unos 80 millones de pesetas de una de las cuentas de esta empresa.
En su declaración ante el juez como director de la auditoría interna de la Caja Laboral, Mallagaray atribuyó entonces la desaparición del dinero a un "despiste" y aseguró que el banco lo subsanaría. La detención de Mallagaray es continuación de la operación en la que el pasado abril Garzón estableció la utilización de la red de "herriko tabernas" de Batasuna como parte del sistema financiero al servicio de la organización terrorista ETA/KAS/EKIN.
