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Frente a los acosadores

El alcalde de Gandía pide "amparo" a la Policía y a la Justicia

Arturo Torró, a esRadio: "Lo que hay que hacer es cuando un tío se ponga a acosar y a insultar es detenerle y se acabó. Tonterías las justas".

El alcalde de Gandía, Arturo Torró, tuvo ayer un duro enfrentamiento con un grupo de acosadores antidesahucios en la sede del PP de la localidad. "Llegaron varios de los afectados por las hipotecas y otra gente que iba a armar bulla que nos dijeron lo que les vino en gana", explicó a esNoticia de esRadio. "Lo normal es intentar primero hablar con el alcalde", dijo, algo que no están haciendo los llamados antidesahucios. "Nosotros hemos sido pioneros en poner pisos, hemos aprobado mociones del PSOE, hemos hecho lo habido y por haber, pero ellos se presentan en la sede amenazando" y luego "se van a las casas particulares. Les dije que no eran formas y que eso no es democracia. No lo podemos permitir".

Torró ya está curtido en amenazas. Ya ha tenido que sufrir las dianas en la puerta de su casa. "Esto es como las dictaduras, en las que se enmarca a una persona que no piensa como tu. Es lo que hacían los nazis cuando marcaban a los judíos. Hemos sido elegidos por los ciudadanos y nos merecemos un respeto", pidió. "No me importan las criticas. Nos tienen que criticar, pero de ahí a ser acosados en nuestras casas...".

El alcalde de Gandía cree que se ha llegado a tal extremo de amedrentamiento que ya no les queda más remedio que "pedir amparo" a la policía y a la justicia. "Esto habrá que pararlo. Somos representantes del pueblo, se nos ataca continuamente por pura cobardía, porque no ganan en las urnas". Torró solo lleva dos años al frente del Ayuntamiento de Gandía. Antes gobernaban los socialistas sin sufrir ningún tipo de acoso. "Ya no sé las manifestaciones que he tenido en la puerta del Ayuntamiento y en otros sitios", comenta.

Sin embargo, la medida propuesta hoy por Interior de establecer una distancia entre los acosadores y sus domicilios le parece "matar moscas a cañonazos". "Cuando un tío se ponga a acosar, se le detiene y se acabó. Tonterías las justas. No tienen por qué llamarme a mi casa, ni tengo por qué ver una diana en la puerta de mi casa". Y advierte. "A este paso nadie querrá estar en la función pública".

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