Tal día como hoy, 2 de diciembre, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada el último espectáculo en el parlamento catalán a costa del "España nos roba". Todo comenzó durante el debate de una proposición de Esquerra Republicana que pedía implantar un impuesto a los bancos.
El diputado de Solidaridad Catalana por la Independencia, Uriel Beltrán, tiró de discurso nacionalista y antiespañolista para repetir aquello de "España nos roba". El diputado de Ciudadanos, Jordi Cañas, protestó y recordó que la Cámara ya había decidido no autorizar tales expresiones porque podían resultar "insultantes" o "injuriosas".
Beltrán le pidió a la presidenta del parlamento, Núria de Gispert, que le entregara todas las palabras "prohibidas". Los diputados del SI siguieron utilizando estas expresiones y criticaron la "censura". El también diputado de la formación independentista, Alfonso López Tena, volvió a repetir que "España nos roba" y Gispert volvió a reprenderle. Éste insultó a la presidenta desde los pasillos de la Cámara. La llamó "mamarracha" y aseguró que "se inventa el reglamento" por lo que "no nos harán callar ante un acto de censura ilegal que cometió la presidenta. No nos hará callar esa cosa que preside el Parlament".
Esas afirmaciones provocaron que por primera vez desde que se restauró la institución en 1980 se reprobara a un diputado, en ese caso por las declaraciones "impropias efectuadas, en sede parlamentaria y en los medios de comunicación por Alfonso López Tena, con expresiones peyorativas y denigrantes". La prohibición de utilizar expresiones como "España nos roba" por entender que son insultantes las prohibió por entender que podían ser "insultantes" o "injuriosas".
Hace cinco años, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, alertó de que el apoyo del PSOE al Estatuto de Cataluña era "como darle a un partido nacionalista un arma para que esté diciendo continuamente que España nos roba". De hecho, en un informe reciente publicado por Convivencia Cívica Catalana se aseguraba que Cataluña maquillaba su balanza fiscal para justificar la famosa frase de "España nos roba".
El informe titulado El maquillaje de la balanza fiscal de Cataluña, se aseguraba que de los 16.543 millones de supuesto déficit fiscal declarados por la Generalidad catalana, 10.708 eran "totalmente ficticios" ya que "no han sido pagados por ningún catalán" y era producto de un "artificio contable denominado neutralización".
Además, de los restantes 5.835 millones, más de 5.000 eran también resultado de un cálculo desviado basado en contabilizar impuestos pagados por ciudadanos no catalanes como si hubiesen sido pagados por catalanes y en no contabilizar gastos reales del Estado en Cataluña. Así, en realidad, el déficit fiscal de Cataluña apenas ascendería a 774 millones de euros en 2010 frente a los 16.543 millones anunciados por el Gobierno de Artur Mas.
El mes pasado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, contestó al grito nacionalista diciendo que "si España roba a Cataluña nos estamos robando a nosotros mismos".