Convencidos de que el nacionalismo no es compatible "ni con el futuro ni con el sentido de Europa", diputados de distintos grupos políticos en el Parlamento Europeo alertaron este miércoles del alto coste de una hipotética ruptura entre Cataluña y España. Si, para la formación que convocó el debate, UPyD, el nacionalismo conduce "hacia problemas que Europa ha tratado de resolver", el socialista Alejandro Cercas, crítico con unas élites políticas alejadas de la sociedad catalana, alertó de que "los nacionalistas catalanes no tienen límites" y que, por tanto, continuarán con Valencia y Baleares.
La fotografía que presentaron este miércoles los candidatos de UPyD a las próximas elecciones europeas, Francisco Sosa Wagner y Mayte Pagazaurtundúa, habla de una Cataluña donde la élite política y la sociedad están disociadas, principalmente, según la lectura que esbozó el diputado de UPyD en la Asamblea de Madrid, Ramón Marcos, debido a la "manipulación de los medios y de la educación" en Cataluña, y al "ejercicio de una violencia psicológica que crea grandes traumas".
"Si triunfaran estas tesis, acabaríamos convirtiendo en extranjeros a mucha gente, y esto sólo se puede hacer desde el ejercicio de la violencia", apuntó el dirigente de la formación de Rosa Díez, que finalmente, se ausentó de la presentación del libro "A favor de España. El Coste de la ruptura", en el que colabora, acompañada de otras firmas como la de Fernando Savater o Mario Vargas Llosa, para, como resumió el eurodiputado Francisco Sosa Wagner, "contrarrestar el argumento de que España nos roba".
La tesis que defendió UPyD, secundada por los dos grandes grupos, PP y PSOE, además de por el candidato de Vox a las próximas elecciones europeas, Alejo Vidal-Quadras, es que si triunfara el nacionalismo, "estaría fracasando la Europa que ha servido precisamente para superar el nacionalismo". "Sería el fracaso de la ciudadanía común", apuntaron varios eurodiputados, entre los cuales, el socialista Alejandro Cercas citó como ejemplo gráfico de "disociación" que en las reuniones del PSC los dirigentes hablen catalán y todos sus militantes, castellano. "¡Estarías haciendo extranjero a tu propio vecino!", lamento, enfático, Ramón Marcos.
"¡Seguirán dando por saco!"
Para el socialista Alejandro Cercas, que aseguró, divertido, que hay separatistas hasta en su Cáceres natal (un grupo de gallegos que, con gaitas y agarrados al dialecto local, pretenden anexionar su pueblo a Galicia), no sirve tirar la toalla y decir "que se vayan". "Si es que no tienen límite", exclamó, asegurando que Valencia y Baleares irán detrás. "¡Van a seguir ahí dando por saco!", aseveró.
Basta de tibieza
El eurodiputado Alejo Vidal-Quadras, candidato de Vox para las próximas elecciones europeas, afeó la manipulación de los medios que hace el Gobierno catalán y aseguró, en referencia al Consejo Audiovisual de Cataluña y a sus listas de periodistas "non gratos", que "la única relación entre el ciudadano y la libertad de expresión debe ser dirimida en los tribunales de justicia".
Además, Vidal-Quadras criticó la tibieza del Gobierno a la hora de hacer frente al nacionalismo. "Hay que cambiar de estrategia y pasar del apaciguamiento y el diálogo sin fecha de caducidad a la imposición democrática y proporcionada de la Constitución", recetó, explicando en su propuesta la creación de su nuevo partido.
Margallo exprés y por sorpresa
En pleno debate, irrumpió en la sala por sorpresa José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores, "y de algunos interiores", como añadió, en alusión a su tendencia a pronunciarse acerca del tema, el socialista Cercas.
El eurodiputado popular Luis De Grandes también aludió a lo mucho que se prodiga Margallo, quien, a su parecer, "a pesar de ser el ministro de Exteriores, se tiene que ocupar de asuntos de interior". "A veces, desde fuera, hay un cierto desconocimiento de las razones para la defensa de España", dijo De Grandes, celebrando la iniciativa de UPyD de compendiar en un libro argumentos a favor de la unidad.