El Mundo opta por abrir con Pere Navarro. "Pere Navarro sucumbe ante la presión del soberanismo". "El líder del PSC se siente abandonado por los alcaldes que le apoyaban y sin fuerzas para afrontar el cisma interno". Pues tiene todos los síntomas de una depre. Casimiro García-Abadillo está convencido de que "la causa última de la renuncia no es el resultado electoral" y eso que fue una catástrofe. "Ha sucumbido ante el abandono de sus fieles, los alcaldes del cinturón de Barcelona y el clima político que se respira en Cataluña (…) Existe el riesgo de que accedan a la cúpula del PSC personas favorables a posiciones soberanistas", así que "hay que apelar a que la responsabilidad de los dirigentes socialistas recomponga cuanto antes ese partido clave para la gobernabilidad del país". Qué optimista te veo, Casimiro.
Sobre el debate de abdicación, dice El Mundo que "la oposición pide una reforma constitucional con el nuevo Rey". Casimiro está entusiasmado con la idea y explica en qué va consistir la cacareada reforma constitucional. Es "para mejorar la calidad de nuestra democracia". Menos mal que Casimiro se esfuerza en concretar. Ahora ya me queda mucho más claro. Se queja el director de El Mundo de que el debate dio "barra libre a algunos grupos parlamentarios para hacer apología de la república", que dicho así suena fatal. "España necesitada de cambios" para "reducir definitivamente a su condición de residuales los planteamientos que amenazan al entendimiento, la tolerancia, la concordia y la estabilidad". Lucía Méndez pide el Toisón de Oro para Rubalcaba, que "está rindiendo un postrero servicio a la monarquía española casi impagable". Uf, menuda faena, Lucía, acuérdate de que el hijo de Suárez tuvo que devolverlo cuando murió su padre. A ver dónde metes una cosa que vale un pastón pero que sólo es un préstamo. Rubalcaba, sigue diciendo Lucía, hizo un discurso de diez. "Qué discurso, oye. Propio de un presidente del Gobierno. Los diputados del PP se deshicieron en alabanzas". Los del PSOE menos, "no tenían ganas de aplaudir". Claro mujer, su alma republicana era ayer un alma en pena. Pero a ver quién tiene un alma que valga 600 cucas de multa por saltarse la disciplina de voto.
El País dice que "Felipe VI logra el apoyo de una amplia mayoría del Congreso", ajo y agua. Anabel Díez hace un gran esfuerzo para explicar cómo se puede querer la república y la monarquía a la vez y no estar loco. Rubalcaba, que es un hombre de Estado, "no defraudó ni a la monarquía, ni a las instituciones ni a los suyos". Pero puso unas condiciones durísimas. Abusivas , si me apuras. "Monarquía sí, pero mientras sea compatible con la democracia y con el ejercicio de las libertades. Esta es la condición del PSOE para mantener el abrazo a la monarquía constitucional". A ver, Anabel, maja ¿qué quieres decir? ¿Que como Felipe VI coja vicios de Fernando VII y se convierta en absolutista se las tendrá que ver con Rubalcaba? Continúa diciendo Anabel que "las bases del PSOE están revueltas, pero cuando vayan a votar a Madina o a Pedro Sánchez deben saber que ambos mantienen intacto el pacto institucional". Que no se engañen, por muchas proclamas republicanas gratuitas que haga Madina, "el sí que dieron ayer fue rotundo". El editorial analiza la sesión de ayer. "Demasiados diputados se la tomaron con mucha menos seriedad de la requerida para la ocasión". En realidad fue el cachondeo padre. Regaña especialmente a Cayo Lara y su banda de "agitprop". "Cayo Lara dramatizaba y alcanzaba el cenit con la sorprendente afirmación de vivir bajo un sistema 'a veces despótico". Sí, estuvo cumbre, Cayo ayer. "Nada menos que tres repúblicas fueron reivindicadas desde la tribuna". Uy, y porque el Baldoví estuvo lento y se despistó con El Jueves, que si no también proclama la república valenciana. Debe estar tirándose de los pelos. "La convivencia no se gana de una vez y para siempre. Hay que discutir con seriedad los cambios precisos". Deja, deja, que las sesiones son mucho más entretenidas así.
La Razón se ha contagiado de las fiebres referundistas. "Referéndum de la democracia: el 85,4% del Congreso, a favor de Felipe VI". Esta es "la auténtica mayoría popular". "Los republicanos se quedan solos. Apenas 30 manifestantes acudieron a la llamada de rodear el congreso". Pero bueno, qué está pasando. Menudo ridículo le estáis haciendo pasar a Cayo, hombre. "Como era de esperar los grupos extremistas del Congreso aprovecharon el debate y la votación para explotar sus dotes circenses". Y les quedó bien, hay que reconocérselo. La sincronización la bordaron. Gonzálo Núñez, el cronista, está muy agradecido. "A pesar de ser pocos, los grupos minoritarios traen mucho aparato de agitprop encima: pancartas, banderas, pasquines, cosas todas que dan muy bien en la tele y le resuelve a uno la crónica". Marhuenda deja caer una leve y sutil crítica a Rajoy por el invento del debate. "El tramite se superó, como estaba previsto, se aprobó la pintoresca ley orgánica de abdicación (...) No imagino en el resto de monarquías un debate similar", no se dedican a estas "excentricidades". Ellos se lo pierden, con lo diver que nos lo pasamos aquí. A Rubalcaba le hace un funeral precioso. "El PSOE ha dado un ejemplo de coherencia y sensatez que debemos felicitar y a la vez que reconocer el papel decisivo que ha tenido Rubalcaba". El editorial dice que "para quienes desde la izquierda radical pretenden arrogarse la representación de una supuesta mayoría popular republicana, el resultado debería llevarles, cuando menos, a una reflexión sobre los principios de la legitimidad democrática, que solo surge de las urnas". Y a clase de matemáticas también, que lo de contar diputados se les da fatal. Y para que no se diga que no son agradecidos en La Razón, "en el caso de Rubalcaba, supone una brillante rúbrica a una carrera política que se ha significado por su concepción de servicio al Estado".
ABC también destaca el "abrumador apoyo del Congreso a la ley de abdicación", como si le sorprendiera. "Alianza de Estado para dar normalidad a la sucesión del Rey. Lección democrática de Rajoy y Rubalcaba a la izquierda radical y al nacionalismo". Jo, Rubalcaba, qué día tan bueno tienes hoy. Y eso a que a Bieito Rubido no le gustó el discurso. "Añadió su deseo de acometer una reforma de la Constitución para profundizar en el federalismo. Se trata de una estrategia perniciosa, que los socialistas deben abandonar". Pues vas listo. "Una reforma federal no va a frenar las ansias independentistas de CiU y ERC. Los separatistas no atienden a la lógica". Pues ahí va a tener razón, mira tú. Isabel San Sebastián no se corta un pelo y los llama directamente traidores. "La votación señaló definitivamente como grupos traidores a comunistas y nacionalistas catalanes. Traidores a la Constitución que votaron, traidores a su propia palabra y a su juramento, traidores al pueblo español". Y Jaime González tiene una petición que hacernos. "Celebren la proclamación de Felipe de Borbón poniendo una bandera de España en el balcón y sentirán como brota en su interior un reconfortante sentimiento patriótico" y una "pequeña inflamación del corazón". No es por desanimarte, Jaime, pero la gente va a creer que juega la selección.
La Vanguardia dice que "Navarro tira la toalla y deja al PSC sumido en la división". Y en el editorial le ponen por las nubes. "La debilidad de un político honesto. Navarro no se ha visto con el suficiente ánimo como para afrontar los próximos meses con un colectivo interno crítico, y además con nuevas voces en el partido que cuestionaban su política". Así que les ha mandado a hacer puñetas y se va con Rubalcaba a celebrar lo bien que les trata hoy la prensa.