Tal día como hoy, 3 de diciembre, pero de 2003, Libertad Digital contaba en su portada el informe secreto del Pentágono que revelaba los vínculos entre Husein y Ben Laden. Este documento fue divulgado por la revista The Weekly Standard y constaba de 16 páginas en las que se citaba decenas de informes se los servicios de inteligencia estadounidenses elaborados entre 1990 y 2003, la mayoría secretos nunca antes publicados como los que incluían declaraciones de altos mandos del régimen de Sadam Husein apresados después de la guerra.
Los contactos entre Irak y Al Qaeda se iniciaron en los primeros años de los 90 al concluir la primera Guerra del Golfo y continuaron hasta marzo de 2003, pocos días antes de la segunda intervención aliada en Irak. Según la confesión de un antiguo miembro de la red terrorista islamista, "Irak buscó la influencia de Al Qaeda a través de sus conexiones en Afganistán, para que facilitara el transporte a Irak de armamento y equipamiento prohibido. A cambio, Irak proveería a Al Qaeda con entrenamiento e instructores".
Un hombre de confianza de Husein dijo que "el servicio secreto estableció una elevada y oculta relación con la Yihad Islámica egipcia, y posteriormente con Al Qaeda". El informe también decía que "tras el 11-S, la fuente afirma que Sadam hizo cambios de personal en el Servicio Iraquí de Inteligencia en previsión de que aquella relación saliera a la luz".
En la introducción del informe del Pentágono se decía que "los informes de inteligencia no son pruebas ante un tribunal" y que se limitaban a "reflejar un patrón de la ayuda iraquí a las actividades de Al Qaeda", porque "la precaución operativa de Al Qaeda y la necesidad de Irak de disimular sus actividades han posibilitado apreciar completamente esta relación. No obstante, los informes indican claramente que, a pesar de sus diferencias ideológicas y religiosas, Ben Laden cooperó con el régimen iraquí con el fin de avanzar en los objetivos de Al Qaeda y derrotar al enemigo común: los Estados Unidos".
Uno de esos enemigos de EEUU fue ejecutado en la horca en diciembre de 2006 tras ser condenado a muerte por un tribunal iraquí. La ejecución de Sadam Husein llegó tres años después de la publicación de ese informe y de su captura en un escondite. La condena a muerte inapelable fue por el asesinato de 148 personas en 1982 pero su expediente estaba plagado de muertes, torturas y uso de agentes químicos contra la población desde que accedió al poder.
El otro enemigo, Osama ben Laden, murió a manos de los Estados Unidos el 2 de mayo de 2011. El presiente Obama lo confirmó a través de un anuncio desde la Casa Blanca en el que dijo que había muerto tras un ataque de EEUU. El presidente norteamericano afirmó que, tras haber recibido informaciones de inteligencia fiables sobre el lugar donde se encontraba Ben Laden en Afganistán, dio la orden de atacar y ese 2 de mayo "un pequeño grupo" estadounidense condujo la operación, en la que, tras un intercambio de fuego, se hizo con el cuerpo del terrorista más buscado hasta la fecha.
Ben Laden fue localizado en la localidad de Abottabad, en el norte de Pakistán y Obama quiso dejar una cosa clara: "Esta noche, EEUU ha lanzado un mensaje inequívoco: no importa cuánto tiempo haga falta, se hará justicia".