Tal día como hoy, 6 de febrero, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada las declaraciones del entonces secretario general de ERC saliendo al paso de una información publicada en el Financial Times que alertaba del riesgo que provocaba la deuda de Cataluña para el resto de España. Según el rotativo británico, la Generalidad debería recaudar unos once mil millones de euros para hacer frente a sus obligaciones financieras, así como para pagar las nóminas, por lo que se planteaba una nueva emisión de los conocidos "bonos patrióticos".
Joan Ridao criticó que se limitara la capacidad de endeudarse: "La medida procede de la reunión con la canciller alemana; el problema es que se olvidaron de decirle que Cataluña es a España lo que Alemania a Europa, la locomotora económica, la teta de la que chupan todos". Por eso, propuso que "estaríamos de acuerdo con establecer un límite respecto al gasto, pero al mismo tiempo otro límite respecto a nuestra colaboración con otros territorios, por ejemplo como en Alemania, que por ley tiene un límite del 4% del PIB".
Las quejas de Ridao llegaron a pesar de que tras la reforma del modelo de financiación en 2009 Cataluña pasó a recibir más de lo que estaba aportando al resto del Estado. De hecho, Joan Ridao se jactó de haber conseguido todo lo que deseaba su partido de un sumiso Zapatero: "Nosotros habíamos puesto el listón y el Gobierno empezaba a saltarlo, pero aún no había llegado a superar esa altura. Hasta que la superó".
El dirigente de Esquerra Republicana reveló que el obstáculo había sido Pedro Solbes: "Durante muchos meses, el problema fue él. Nadie esperaba que el Gobierno tuviera un cajero tan incómodo como Solbes: cicatero, tacaño. A mí me lo dijo Zapatero. Me dijo que Solbes era el verdadero problema". Y añadió lo que le dijo el entonces presidente del Ejecutivo tras la crisis de Gobierno: "Ya lo hemos echado".
Joan Ridao añadió que con la llegada de Elena Salgado a la Vicepresidencia económica, "Zapatero le dice que hay que poner más dinero, aunque sepa que va a incrementarse el déficit y va a aumentar la deuda. Eso es algo que Solbes no habría aceptado".
Desde el año 2007, Ridao ha asegurado que "la vía autonomista está más que muerta" y "consideramos que, después del fracaso del Estatut", Cataluña "no tiene otra salida que romper los vínculos con España, fraternalmente, pero rompiéndolos".