Ada Colau está a un paso de convertirse en la nueva alcaldesa de Barcelona. La líder de Barcelona en Comú, la formación política apadrinada por Podemos, deberá pactar con ERC y PSC para hacerse con el Gobierno de la Ciudad Condal, y esa alianza no tardará mucho en producirse.
Cuando llegue al poder, Colau está dispuesta a darle la vuelta al modelo productivo de la ciudad. La responsable de Barcelona en Comú asegura, en una entrevista en el diario El País, que estarán "encantados de trabajar con la gran empresa, pero poniendo condiciones y pidiéndoles mayor retorno sobre la ciudad". Para todas las empresas en general, Colau quiere que "se abran negocios pero que repartan riqueza y que paguen salarios dignos, y tengan horarios razonables que permitan la conciliación. Una de las medidas que impulsaremos es el sello de calidad contractual".
En el apartado del turismo, uno de los pilares económicos de la ciudad, Colau cree que este sector "está fuera control" y habla de "burbuja turística". La próxima alcaldesa de Barcelona llevará a cabo "una moratoria sobre nuevos hoteles y pisos turísticos, un censo, y una política preventiva antes de que se desmadre". Pero Colau no sólo pretende suspender la expedición de licencias para abrir nuevos hoteles, también va a "limitar la carga de turismo de Barcelona si no queremos ser Venecia".
Colau se ratifica sobre las multas a los bancos que posean pisos vacíos "si no colaboran" y asegura que las sanciones "serán cuantiosas y no simbólicas".
En clave política, a Colau le consta que hay un cordón sanitario para evitar que llegue a la alcaldía. De hecho, fue el propio Trias el que se lo comentó. "Él lo dijo, y me dio a entender que parte de su partido también hacía presión. No solo me lo ha dicho a mí. Lo ha dicho en público", asegura.
Sobre la consulta independentista, la catalana asegura que "estamos dispuestos a convocar una consulta sobre ello porque tenemos un compromiso serio con el derecho a decidir, a diferencia de CiU". Colau no teme a que la justicia les impugne esta consulta porque "si hay que desobedecer leyes injustas, se desobedecen. Pero lo irrenunciable ahora, cuando la ciudadanía pide un cambio, es que la última palabra la tengan los ciudadanos".
Colau ha asegurado que el pasado 9 de noviembre respondió sí a las preguntas de si "¿quiere que Cataluña se convierta en un Estado?" y "¿quiere que ese Estado sea independiente?", aunque dice que no es independentista. "Hay gente como yo que, sin ser independentista ni nacionalista, votamos el doble sí porque entendíamos que hay una situación de bloqueo con el Estado. Entendemos que el modelo actual está agotado y que es necesario un proceso constituyente. Un proceso de este tipo puede ser una forma de conseguir más y mejor democracia sin que esto signifique romper con el Estado".