Andrea Levy se comprometió a no modificar la Constitución para beneficiar a Cataluña. "No absoluto y rotundo", zanjó, tratando de despejar las dudas alimentadas por José Manuel García-Margallo, que propuso una reforma para encajar "el hecho catalán". En una entrevista en esRadio, la vicesecretaria general de Estudios y Programas del PP -que es también número dos de la candidatura popular al 27S- aseguró que "nadie se va a saltar la ley" y que, en consecuencia, Artur Mas no tendrá opción de "caminar" en la ilegalidad. "Se va a encontrar en frente al Gobierno", sentenció.
Ante las preguntas de Dieter Brandau, Levy se mostró muy firme. "A mí ya no me toman más el pelo, les conozco", contestó sobre la posibilidad de que, tras los comicios, el Ejecutivo se muestre dispuesto a dialogar con Mas. "Ha perdido el norte y no ha parado de dejar escombros. A mí no me engaña más", afirmó, para defender "una alternativa de gobierno" en la comunidad.
En este sentido, la dirigente popular -que está llamada a ser un actor clave del PP catalán, según el entorno de Mariano Rajoy- avanzó que el 28S no le faltarán "horas de diálogo" para llegar a acuerdos con las otras formaciones constitucionalistas, aunque recalcando que "los independentistas temen al PP". "Tenemos que tener muchísima generosidad política", emplazó, en especial a Ciudadanos.
Levy no excluyó al PSC de su oferta, pero se mostró muy crítica con unas "ambigüedades que nos pueden costar muy caro a todos". Tras dejar claro que, para ella, "la nación" es España, se preguntó "cómo se atreve" Pedro Sánchez "a plantear discursos detrás de esa gran bandera" cuando, en paralelo, pacta "con los independentistas" en varios municipios Cataluña. "A Sánchez le preguntaría si no se le cae la cara de vergüenza". Y llegó a la conclusión de que, en Cataluña, "el PSOE se avergüenza del proyecto de España".
Para la vicesecretaria general, la participación será "clave" para "poder librarse de las políticas identitarias y que parcelan". "Tenemos que ir todos a una y pasar página", insistió. "Todo esto se puede cambiar y estamos en disposición de cambiarlo. No podemos dar la batalla por perdida", remató, tras volver a sacar pecho de la gestión del Gobierno en la comunidad. "Si alguien ha puesto contra las cuerdas a la consejera de Educación ha sido Rajoy", dijo.