El principal argumento del vicepresidente económico de la Generalidad de Cataluña, Oriol Junqueras, para que la CUP acepte sus presupuestos es que están destinados a paliar la pobreza. Son unos números "sociales", repiten hasta la saciedad los dirigentes de Junts pel Sí, para tratar de que los diputados antisistema retiren la enmienda a la totalidad. Se multiplican los contactos y el último minuto de las negociaciones parece indicar que los diputados cuperos avalarán las cuentas autonómicas. Este miércoles es la fecha tope, el pleno parlamentario donde Junts pel Sí presentará los dichos presupuestos.
Sin embargo, la macedonia de números elaborada por Junqueras encierra una sorpresa: la creación de diez nuevas "embajadas" en un año. Las ciudades escogidas son Seúl, México D.F., Buenos Aires, Varsovia, Copenhague, Zagreb, Rabat, Lisboa, Roma y Ginebra. Con estos enclaves, la Generalidad pretende exteriorizar el "conflicto catalán" y establecer relaciones bilaterales no sólo con estados sino con organismos como las Naciones Unidas y los grandes organismos internacionales.
En la actualidad, la Generalidad cuenta con oficinas propias en Berlín, París, Bruselas, Londres, Viena y Nueva York. Sólo el alquiler de las instalaciones en Bruselas le cuesta a los contribuyentes más de un millón de euros al año. Con todo, el fracaso de la acción exterior de la Generalidad es un hecho constatable por el vacío internacional que el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, ha heredado de Artur Mas.
Nadie quiere recibir a los representantes de la administración regional. El último episodio lamentable tuvo lugar cuando Puigdemont pretendió reunirse con Jean Claude Juncker, que rechazó la entrevista a pesar de que tenía la agenda libre. Que nadie haga caso a los "embajadores" de la Generalidad no es óbice para que la institución dedique ingentes recursos al mantenimiento y extensión de su red "diplomática".
Según los presupuestos de Junqueras, el coste previsto de la expansión es de tan solo cinco millones de euros, pero ahí no se incluyen ni alquileres, ni sueldos, ni formación del personal, ni el "Diplocat", ni el asesoramiento internacional de "Independent Diplomat", sociedad que se encarga de los asuntos exteriores de Somalilandia y Sudán del Sur.
Según los planes de Raül Romeva, que se presenta como "ministro" de Exteriores de la Generalidad, las nuevas embajadas tendrán encomiendas más amplias. Así, la de Zagreb tendría que establecer relaciones con los países de los Balcanes así como con Polonia y Rumanía. La de Seúl, ejercer su "influencia" en todo el sudeste asiático mientras que la de México se encargaría de Cuba y Venezuela.
El delirante plan no depende de que la CUP diga sí a los presupuestos, pero es uno de los elementos de presión que utilizan Romeva y Junqueras en sus negociaciones con los antisistema. Las "embajadas", alegan, son "estructuras de Estado" claves para la consecución de la independencia.
Entre tanto, se acumulan las deudas, los principales proveedores de la Generalidad cobran con más de medio año de retraso, los funcionarios no han cobrado aún la paga extra de 2012 y las finanzas autonómicas dependen de las inyecciones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), cuyo principal "cliente" es el gobierno de Puigdemont.

La Generalidad pretende abrir diez nuevas "embajadas" gracias a la financiación de Montoro
Los presupuestos "sociales" de la Generalidad incluyen la ampliación de la red de delegaciones en el extranjero.

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