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El Gobierno equipara el plan de Puigdemont con un golpe de Estado y Rajoy dice que lo impedirá

Rajoy sigue sin aclarar qué hará para impedir la "cacicada". Según ERC, ni el Gobierno ni el Constitucional "impedirán el referéndum". 

Rajoy sigue sin aclarar qué hará para impedir la "cacicada". Según ERC, ni el Gobierno ni el Constitucional "impedirán el referéndum". 
Rajoy en el Senado | Europa Press

El Ejecutivo equiparó los planes de Carles Puigdemont con un auténtico "golpe de Estado". Algunos ministros, como María Dolores de Cospedal o Íñigo Méndez de Vigo, fueron muy duros en sus apreciaciones. El propio Mariano Rajoy, en la sesión de control en el Senado, vinculó la intentona del Gobierno catalán con "las peores dictaduras". Si bien, una vez más, el presidente rehusó aclarar qué instrumentos utilizará para salvaguardar la unidad nacional.

"¿Hasta dónde está dispuesto para parar el referéndum?", le preguntó a las claras la senadora de ERC, Mirella Cortés. "Ni un paso atrás. Ni ustedes ni el Tribunal Constitucional impedirán el referéndum", añadió. Rajoy fue contundente, pero rehusó explicar su hoja de ruta. "Hemos barajado todos los escenarios y se actuará cuando así sea necesario", precisaron desde su equipo, sin mentar el artículo 155 de la Carta Magna. "Usaremos todas las herramientas de nuestro estado de derecho y la Constitución", fue a lo más que llegó Juan Ignacio Zoido, también en el Senado.

"Ustedes pretenden saltarse la ley y, además, pretenden que me la salte yo", denunció el presidente, negándose en redondo. "Nosotros tenemos nuestra legalidad" por lo que "hay un choque de legalidades", replicó Cortés, que le emplazó a abrir una negociación "entre gobiernos" que lleve a la celebración de la consulta.

Rajoy, en cambio, reiteró que ese diálogo debe enmarcarse en el Congreso de los Diputados, donde los partidos favorables a la independencia pueden intentar "cambiar las normas". "Son los 350 diputados los que pueden abrir la posibilidad de sacar adelante el planteamiento de Puigdemont", aseveró, reclamando al líder regional "valentía y coraje" para participar en un pleno en la sede de la soberanía nacional. En caso de aceptar, insistió en que él debatiría con él "encantado", aunque ya avisó de que el proyecto de la ley de transitoriedad jurídica que plantea la Generalidad es "de las mayores cacicadas" que ha visto en su vida y caracteriza un modelo propio de las "dictaduras".

Fuentes del PP catalán desvelaron que la idea de invitar a Puigdemont a la Cámara Baja partió de su líder, Xavier García Albiol, y fue acogida de buen grado por Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría.

Ofensiva del Gobierno

Antes del control en el Senado, los ministros ya habían elevado el tono como pocas veces antes. El plan de Puigdemont "es una alternativa no solo anticonstitucional sino también un verdadero golpe de Estado porque a través de una ley exprés que pretenden pasar en veinticuatro horas, que no conoce nadie, salvo los secesionistas, pretendan vulnerar no solo el Estatuto sino la Constitución española", zanjó Méndez de Vigo en Bruselas. "Nadie en Europa reconoce el derecho de autodeterminación unilateral", remató.

Se sumó la ministra de Defensa, siempre muy clara cuando le preguntan por el pulso separatista. "Lo que hizo y lo que está haciendo desde hace mucho tiempo el señor Puigdemont y el Gobierno de la Generalidad es amenazar constantemente al Estado y decir que va a terminar con el Estado que tenemos hoy.Si estuviéramos en otro país, en otras circunstancias y a lo mejor no estuviéramos hablando de políticos, estaríamos hablando de un intento de golpe de Estado o de una amenaza de golpe de Estado", explicó enOnda Cero.

En esta ocasión, los ministros no desaparecieron del panorama público, como ocurre cuando el PP se tiene que enfrentar a algún caso de corrupción. La consigna fue atacar a Puigdemont y el coro de voces gubernamentales fue del primer nivel. También desde Bruselas, Luis de Guindos consideró "imposible desde el punto de vista legal" el referéndum. Y, yendo a su libro, argumentó que las pérdidas económicas serían terribles ya que la independencia supondría "una caída del PIB del 25% o 30%".

Por último, Alfonso Dastis calificó el borrador de la ley de ruptura de Cataluña de "aberración". Durante su intervención en un desayuno informativo en Madrid, Dastis criticó que "no es serio que se pida debate y se rehuya ese debate, que se hable de democracia y no se dé oportunidad a debatir esta cuestión" o que "se den por sentadas cosas que todo el mundo sabe que no se van a producir". En este sentido, el ministro de Exteriores advirtió de que una Cataluña independiente no es viable en Europa.

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