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Así giraba 'la rueda' que habría defraudado 100 millones de la SGAE

Según el juez Ismael Moreno, la trama compuesta por personas "con dudosos conocimientos musicales" actuó en connivencia con productoras.

Según el juez Ismael Moreno, la trama compuesta por personas "con dudosos conocimientos musicales" actuó en connivencia con productoras.
La Guardia Civil registra la sede de la SGAE | EFE

La Audiencia Nacional relata los indicios de un nuevo fraude millonario en el seno de la Sociedad General de Autores y Editores, conocida como la SGAE. Se trata de una práctica denominada la rueda utilizada por sus impulsores para embolsarse "al menos" 100 millones de euros en el periodo investigado, entre 2006 y 2011, según las primeras conclusiones del juez instructor.

Ismael Moreno, que ordenó la detención de 18 personas en el marco de esta causa, desentraña el funcionamiento de la operativa. Consistía en el registro fraudulento de canciones originales "como si de obras nuevas se tratasen, sin variación alguna de la auténtica y original en la mayor parte de los casos" que llevaban a cabo personas "con dudosos conocimientos musicales".

En segundo lugar, esos temas –desde piezas de Mozart hasta el "Pobre de mí" – se emitían "en connivencia con trabajadores de productoras de televisión, mediante el abono de comisiones para que el repertorio se difunda en horas nocturnas con preferencia a estas obras". Según el juez, además del beneficio económico, se desprende un "beneficio político, toda vez que la SGAE reparte el número de votos entre sus socios en atención a las cantidades percibidas por generación de derechos de autor, permitiendo así poder tener poder de decisión en la Junta y perpetuar el sistema de reparto y el fraude".

Prisión eludible para los supuestos cabecillas

La investigación apunta a tres supuestos cabecillas en el engranaje de la rueda. Son, por un lado, Manuel Carrasco y Fernando Bermúdez, "personas fundamentales que idearon un sistema preconcebido y perdurable en el tiempo" fundamentado en el plagio de obras de dominio público registradas a nombre de familiares y testaferros bajo diferentes empresas creadas al efecto. Por otra parte, Rafael de Tena –con "fuertes contactos" en el mundo de la televisión– habría actuado como líder de "un grupo de personas y empresas" a través de las cuales canalizaban las ganancias obtenidas de la SGAE.

Dichas sociedades declaraban ingresos idénticos a las cantidades percibidas de la SGAE, no contaban con personal laboral, tenían gastos muy elevados y se apoyaban en "un nutrido grupo de personas de confianza, formado por amigos y familiares, divididos en dos vertientes: arreglistas y testaferros". Hay constancia de contratos formalizados con Telecinco, TVE, ETB, IB3, Televisión Canaria, Televisión Castilla La Mancha, Televisión Castilla León, Canal Sur, Telemadrid y Aragón TV, que luego recibían un "retorno".

Por ejemplo, el auto menciona la obra "Ah donate il caro sposo", compuesta en 1868 por el italiano Rossini Gioacchio e interpretada por la soprano Sandra Ferro, en cuyo reparto de ingresos figuran como "arreglistas" la madre de Carrasco y la mujer de Bermúdez -25% cada una- y como "editora" Canal Sur Televisión –con un 50%–, sin que la soprano obtenga ningún tipo de porcentaje.

Ismael Moreno ha acordado prisión eludible bajo una fianza de 100.000 euros a los tres socios de la SGAE: Rafael Tena –hermano del fallecido cantante Manolo Tena–, Manuel Carrasco y Fernando Bermúdez.

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