Menú

La Generalidad contrarresta a sus Mossos con los "Comités de defensa del referéndum"

Trapero emite una ambigua orden en la que insta a los agentes a actuar con "contención", "oportunidad", "congruencia" y consultar a sus jefes.

Trapero emite una ambigua orden en la que insta a los agentes a actuar con "contención", "oportunidad", "congruencia" y consultar a sus jefes.
Uno de los colegios de Barcelona | EFE

Carles Puigdemont y Oriol Junqueras rezuman triunfalismo. Venden con notable convicción que el referéndum se llevará a cabo sin problemas, que han logrado burlar al Estado, que habrá urnas (cubos de plástico con un logo de la Generalidad que se venden a cinco euros en los "todo a cien"), censo, junta electoral y toda clase de garantías hasta el punto de que el resultado será vinculante.

Según el gobierno catalán, todo está dispuesto para llevar a cabo una votación histórica en medio de la tranquilidad más absoluta. Tal tesis no es óbice para que aludan constantemente al "estado de excepción" y a la "represión del Estado". Puigdemont ha dado señales evidentes de que no piensa levantar el pie del acelerador. Mientras el Govern garantiza la celebración del 1-O, los Mossos d'Esquadra proceden a levantar actas en los centros designados por la Generalidad como colegios electorales. En muchos de ellos se encuentran con grupos de profesores, padres y alumnos en disposición de ocupar el centro hasta el domingo para garantizar su apertura. El periodista de La Vanguardia Quico Sallçes reporta en su cuenta de Twitter la escena de un niño que prepara su saco de dormir en un polideportivo y escribe: "Los superhéroes no sólo son los que hay en el saco de dormir (en alusión al estampado). Gracias, valiente".

Los Mossos, tal como se les indica en la instrucción de Trapero, se limitan a identificar a los que se dicen responsables y levantar acta. Se están produciendo concentraciones en algunos centros de los barrios del Raval y de Gracia, pero en otros centros la presencia de activistas es nula. Se duda, por ejemplo, de que el IES de Montjuïc pueda estar abierto el domingo, según denunciaba una cuenta independentista en Twitter. "Sólo hay dos personas", alerta el usuario.

En otros centros se han organizado actividades extraescolares para impedir su precinto. Los "Comités de defensa del referéndum" (CDR) organizados por la CUP se están mostrando muy activos, aunque registran más incidencias de las esperadas. El CDR de los barrios del Gótico y el Raval lanzaba un aviso para que los vecinos acudieron al IES Tarradell ante la falta de masa crítica para impedir el cierre. En la escuela Collaso i Gil se montaba una cadena humana para introducir alimentos a los que quieren encerrarse. También dicen en su cuenta en Twitter que necesitan gente "para pasar la noche". Menudean los actos de "resistencia" y las críticas a los Mossos por acatar aparentemente las órdenes del TSJC y las instrucciones de sus mandos políticos y operativos.

Son escaramuzas de tanteo. La consejera de Enseñanza, Clara Ponsatí, tiene el control de todos los centros. Ha cesado a los directores hasta el lunes por la mañana, por lo que podría ser la propia consejería la que entre el sábado y el domingo procediera a la instalación de los equipos informáticos y montara mesas, urnas y plafones con el censo.

Según la órdenes impartidas por el jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, el 1-O dotaciones policiales "se posicionarán en el acceso a los locales para impedir su apertura". En el caso de que ya estén abiertos, la instrucción indica: "El uso de la fuerza, ante conductas de desobediencia pasiva, no podrá ir más allá del acompañamiento de personas hasta el exterior del centro o para permitir abrir un pasillo que deje acceder a la policía para hacer las comprobaciones y las acciones ordenadas en la interlocutoria judicial. En ningún caso se utilizará la defensa policial extensible u otros elementos de naturaleza similar para llevar a cabo estas acciones".

Principios básicos para los agentes

Líneas antes recuerda los "principios básicos de actuación, especialmente los de congruencia, oportunidad y proporcionalidad. Se deberán utilizar también la contención y la mediación de cara a facilitar el mantenimiento de la paz social y la convivencia". Trapero ordena además a sus subordinados que "en todos los casos, antes de adoptar cualquier resolución que comporte el uso de la fuerza, se deberán tener en cuenta cuáles pueden ser las consecuencias de una posible intervención policial, evitando generar un mal mayor del que se trata de evitar, y especialmente cuando entre las personas concentradas haya presencia de menores, ancianos o de otros colectivos vulnerables".

La intención de la Generalidad y de las entidades separatistas es "proteger" la celebración de la consulta con grupos de profesores, padres y alumnos. La recién creada entidad "Escolas Obertas" y los CDR de la CUP son la "fuerza de choque", los "colectivos vulnerables" a los que se tendrán que remitir los mossos en sus informes a sus superiores territoriales antes de tomar una decisión. A su vez, los jefes de zona tendrán que elevar consultas a Trapero para determinar si desalojan, llaman a la policía local o, en último extremo, se debe pedir la colaboración de Guardia Civil y Policía Nacional.

Flexibilidad interpretativa

La orden del TSJC de impedir la votación en los centros incumbe a los Mossos, pero Trapero y el consejero Forn ya han dado sobradas muestras de su flexibilidad a la hora de interpretar las resoluciones judiciales. Y el director general del cuerpo, Pere Soler, advirtió que primará la "seguridad ciudadana" sobre las instrucciones judiciales, que podrían resultar incompatibles, deslizan en la Generalidad, con el aire "cívico y pacífico" del 1-O.

Las urnas papeleras

"A cada problema, una solución", sostiene el portavoz de la Generalidad Jordi Turull cuando se le inquiere sobre la inexistente sindicatura electoral, el censo, la composición de las mesas y el recuento. Lo más claro es que todos los dirigentes separatistas insisten en el carácter vinculante del referéndum, a pesar de que la presentación de las urnas de las que tanto presumió Puigdemont no contribuye al rigor del evento, toda vez que se trata de cubos de plásticos más parecidos a una papelera que a una urna.

Temas

En España

    0
    comentarios