La líder de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, ha dejado casi vacío el cajón de los epítetos para calificar el último episodio del proceso secesionista, durante su intervención en el pleno del Parlamento de Cataluña.
"Ridículo espantoso"; "hasta para Kafka sería kafkiano"; "ni siquiera tiene la decencia de venir aquí a hablarle a los catalanes" son varias de las cosas que le ha espetado a Carles Puigdemont, al que en todo momento le ha reprochado ser reacio al diálogo y a las comparecencias públicas o parlamentarias.
Subiendo un escalón más, la líder catalana de Ciudadanos le ha dicho a Puigdemont que "su etapa se ha acabado" y que "si le quedaba alguna legitimidad para presidir la Generalitat, hoy la ha perdido".
El "clamor" para convocar elecciones
Arrimadas ha dado por finiquitado el proceso secesionista, no sin antes lamentar el daño económico –"vamos a luchar para que las empresas puedan volver"–, social –"los enfrentamientos entre familiares, entre amigos y entre compañeros de trabajo que ustedes han provocado van a tardar años en revertirse"– y político que ha infligido.
Esto último lo ha hecho sacando a relucir la declaración de persona non grata que el Ayuntamiento de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona) ha realizado esta misma semana sobre su persona y la de Albert Rivera. Una circunstancia, le ha reprochado a Puigdemont, que se produce por razones ideológicas y que ha sido impulsada por los partidos independentistas.
La líder naranja ha pronosticado que tarde o temprano habrá urnas, las ponga o no el presidente autonómico, y que entonces, como suele repetir, será el momento de que Cataluña pueda tener un Gobierno para todos sus ciudadanos y no para una parte. Arrimadas le ha recordado a Puigdemont el "clamor" pidiéndole que convocara elecciones: "Se lo estaba diciendo muchísima gente, incluso la prensa afín" le ha indicado, antes de remarcar así el mensaje: "La única manera de detener todo lo que está pasando, y usted lo sabía, era volver a la legalidad, al Estatut, devolver la legitimidad a este Parlament y convocar elecciones autonómicas".
Arrimadas ha señalado como una de las grandes mentiras del proceso el hecho de que los independentistas presuman de tener detrás a la gran mayoría del pueblo cuando lo que ocurre, ha dicho, es que "Cataluña está dividida".