Procesados por rebelión y malversación; y en prisión incondicional por los evidentes riesgos de fuga y reiteración delictiva, los exconsejeros del Gobierno de Cataluña se han quitado la máscara en el Tribunal Supremo. Han abandonado el discurso casi caritativo y de acercamiento a las instituciones del Estado que desplegaron en fase de instrucción. El expresidente de la ANC Jordi Sánchez desafió este lunes al juez Pablo Llarena. Un endurecimiento del discurso mantenido en las indagatorias donde Joaquim Forn, Raül Romeva y Josep Rull han recogido el auto de procesamiento.
Oriol Junqueras y los ‘Jordis’ reprocharon al magistrado que la instrucción vulnera la "libertad ideológica". Rull ha dicho a Llarena que está perdiendo su "prestigio". Según fuentes presentes en los interrogatorios, el exresponsable de Territorio y Sostenibilidad ha cuestionado la división de poderes y acusado al instructor de actuar "coordinado" con el ministro de Justicia Rafael Catalá. "El juicio oral será un mero trámite", ha lamentado ante el juez y los fiscales, "no estaríamos aquí juzgados si no hubiéramos ganado las elecciones". El diputado de Juntos por Cataluña cree que cualquier Justicia es mejor que la española, en referencia a los procedimientos de extradición abiertos en países como Alemania, Bélgica, Escocia y Suiza.
Según la versión de Josep Rull, desestimó la autorización de entrada en el puerto de Palamós en Gerona a un barco con policías destinados a la cobertura del 1-O por "razones técnicas y no políticas". Ha rechazado los hechos supuestamente ilícitos que le atribuye el instructor: que participara en la elaboración de los documentos políticos que sirvieron como base del programa electoral independentista de 2015 y que asistiera a las reuniones en las que se hablaba del proceso rupturista.
Los separatistas han recordado ante Llarena las palabras de Cristóbal Montoro. El ministro de Hacienda rechazó el uso dinero público en el llamado ‘procés’ y los responsables del golpe utilizarán sus palabras como defensa.
Romeva ha insistido en el carácter "pacífico" del movimiento y en la "criminalización" de sus ideas. Por su parte, Forn ha conservado el tono conciliador. Insiste en que no respaldó ningún tipo de violencia y que sigue en contra de la llamada vía unilateral hacia la independencia. El exconsejero de Interior renunció a su escaño de diputado y ha repetido que no regresará a la política. En su caso, ha reclamado de nuevo la libertad provisional por la inexistencia de riesgos de fuga y reiteración delictiva.
Reacciones a la entrada
Las acusaciones habían accedido a la Sala con la intención de confirmar el reparto de papeles dentro de la organización liderada por Puigdemont. De acuerdo con sus conclusiones, Forn controlaba políticamente a los Mossos, Rull se encargaba de las infraestructuras básicas y Romeva proyectaba internacionalmente las maniobras.
El diputado de ERC Joan Tardà ha mantenido que su grupo rechaza la convocatoria de nuevas elecciones y defiende la formación de un gobierno que traduzca "la victoria independentista" en los comicios del pasado 21 de diciembre.
Según Jordi Pina, el letrado que defiende a Josep Rull, su cliente ha transmitido al magistrado que "ojalá esté equivocado y ojalá sea un procedimiento justo". Xavier Melero, abogado de Forn, ha celebrado la aportación de Montoro: "Es un argumento de autoridad". Por su parte, Vox considera que Rull ha "despreciado al tribunal".
Testigo de la causa
Las palabras de Montoro en la entrevista publicada este lunes por El Mundo en las que negaba tajantemente que los separatistas utlizasen dinero público en el golpe del 1-O pueden convertirse en la clave para que Alemania tampoco entregue a Carles Puigdemont por el delito de malversación de caudales públicos. Así han sido saludadas por los golpistas, que se aferran a lo dicho por Montoro para exigir a Alemania que no entregue al prófugo reclamado por la justicia española.
Uno de los primeros en hacerlo ha sido Joan Tardà. El histriónico dirigente de ERC ha abandonado sus habituales insultos al Gobierno y al PP, para asegurar que se lo ha escuchado "repetidas veces" a Montoro y ha añadido que es algo que también ha dicho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
"El presidente Rajoy, en una sesión de control, afirmó que no se había utilizado ningún euro de los Presupuestos para llevar a cabo el referéndum", ha insistido, y ha agregado que la palabra de Montoro, aunque esté en su opinión "algo devaluada", "permitirá ante la Justicia alemana demostrar que no ha habido malversación".
Tardà ha recordado que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, preguntó al Gobierno para "ratificar su sospecha" si se había empleado dinero público en la organización del 1-O, lo cual negó el Ejecutivo. "O miente el señor Montoro o miente el señor Rivera", ha concluido.
Tardà considera que existe "una operación judicial" que busca "escarmentar al pueblo de Cataluña o a una parte importante del pueblo de Cataluña, que pidió avanzar hacia un proceso de autodeterminación".
"La pasión es la pérdida de los derechos civiles", ha expresado el diputado catalán en las puertas del Tribunal Supremo, al que ha acudido a los exconsejeros Joaquim Forn (Interior), Josep Rull (Territorio y Sostenibilidad) y Raül Romeva (Exteriores).
"Estamos viviendo un calvario. Esto hay que reconocerlo y hay que decirlo con estas palabras", ha lamentado Tardà, quien sostiene que se ha "criminalizado" una voluntad democrática y que la Justicia está basando su actuación en "la venganza" y "en una crueldad enorme que no tiene parangón". Así, ha criticado el escenario actual: con los líderes independentistas encarcelados en Madrid sin haber cometido, según él, "nada de aquello que se les imputa".
El ex consejero ha afirmado ante el juez que no se desvió dinero público al proceso independentista, para lo que ha mencionado al ministro de Hacienda, tras la entrevista en la que aseguraba que no se gastó dinero público en el 1-O. Las defensas no descartan citarlo como testigo en el juicio oral.