Ya no hay dudas. María Dolores de Cospedal quiere que Pablo Casado sea el próximo presidente del PP. Tal y como avanzó este diario, se hizo la foto con él en un desayuno informativo en Madrid. Y también rompió su silencio. "Tenemos que ofrecer un partido fuerte, unido y con convicción. El PP tiene que estar preparado para luchar por España", destacó, y definió a Casado como "una magnífica opción" de cara al congreso extraordinario del próximo fin de semana. Sus ministros más próximos, como Juan Ignacio Zoido o Isabel García-Tejerina, llevan ya días haciendo campaña por el diputado por Ávila.
Cospedal abogó por un "proyecto ilusionante y de futuro" y se hizo la foto con Casado, a quien en su día quiso integrar en su candidatura. Ahora, trabaja para que la gran mayoría de sus compromisarios vote por él. Alicia Sánchez-Camacho, que en su día se decantó por la secretaria general, ahora lo hace por Soraya Sáenz de Santamaría. "Pero serán los menos", auguraron fuentes del PP de Castilla-La Mancha. "Más dura será la lucha y más placentera la victoria", replicaron desde el equipo de la exvicepresidenta.
En su discurso, Casado destacó que tanto Cospedal como los demás aspirantes de la primera vuelta le apoyan y eso es el "exponente máximo de que la integración es posible". Tuvo palabras de agradecimiento para Cospedal, su "amiga" y todavía "jefa" que es una "referencia política indiscutible" y con la que dijo sentirse "plenamente identificado" y compartir "ideas y valores", tal y como recoge EFE.
El candidato aseguró que si gana este proceso interno del partido integrará a Santamaría, a la que definió como una "compañera extraordinaria" que es "imprescindible" para el futuro del PP.Y si gana su rival, se comprometió a que no habrá corrientes internas" que él encabece.