La administración municipal que dirige Ada Colau no tiene ninguna contemplación con el idioma español, al punto de que lo ha eliminado de la cartelería callejera con la que se dirige a los ciudadanos. Según los funcionarios lingüísticos del ayuntamiento, el español, castellano en su denominación, es una lengua absolutamente ajena a los ciudadanos de Barcelona.
El día internacional de las lenguas maternas en la capital catalana constituye el último ejemplo del sesgo contra el idioma que hablan millones de personas en la ciudad, lengua materna de más de la mitad de la población. Uno de los actos de celebración patrocinados por el ayuntamiento que tendrá lugar el próximo día 21 muestra esa exclusión del castellano.
El cartel anuncia la conmemoración en catalán, árabe y bengalí de tal día en el distrito de Ciutat Vella, donde hay más residentes de origen inmigrante. En el acto, anuncia la web municipal, se escucharán parlamentos en bengalí, romanó (sic) y gallego. Los intervinientes, según la web municipal, "explicarán cómo es la vivencia de sus lenguas maternas en un contexto como el catalán".