Josep Bou, el rostro visible del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, ha recibido instrucciones de la dirección del partido para que prescinda de su jefe de gabinete, Luis Manuel Barroso, quien alcanzó el grado de teniente de navío de la Armada Bolivariana de Venezuela y llegó a director del Despacho Ministerial de la Presidencia de Venezuela.
Así, Bou habría perdido el favor de Pablo Casado y Teodoro García Egea tras la publicación por parte de El Mundo del polémico perfil de su estrecho colaborador. La encargada de transmitir la orden ha sido la vicesecretaria de organización del PP, Ana Beltrán. Bou, que presume de no ser afiliado al partido, se resiste a acatar la instrucción y está dispuesto a plantear un pulso a Génova 13 con tal de mantener a su lado a Barroso, a quien acostumbra a llamar "mi capitán".
Bou se jacta de su independencia y hasta ahora de que contaba con el apoyo tanto de Casado como de García Egea, pero esos "padrinos" habrían decidido dar un paso al lado ante el escándalo provocado por el trascendido sobre el pasado de Barroso, que habría sido la gota que ha colmado el vaso de su paciencia tras las habituales salidas de tono de Bou.
A Barroso se le atribuye en el partido la autoría de las purgas llevadas a cabo por Bou en el organigrama local, con el cese de los asesores en materia de economía y urbanismo y de un jefe de prensa. Todo ello sin contar con la dirección del partido en Cataluña sino haciendo gala de una independencia absoluta.
En las últimas semanas se han disparado los rumores sobre el revelo de Bou de cara a las próximas elecciones municipales. Se habla de Daniel Sirera, efímero expresidente del partido en Cataluña entre Josep Piqué y Alicia Sánchez Camacho, y que en la actualidad ejerce de consejero en el "Consejo del Audiovisual Catalán" (CAC), y de Manu Reyes, exalcalde de Castelledefels y actual presidente del partido en la provincia de Barcelona.