La jornada electoral en Castilla y León ha confirmado un nuevo desastre para el partido de Inés Arrimadas. A pesar de que Francisco Igea mantiene su acta el partido naranja ha perdido además de los once escaños, 152.000 votos y 10,44 puntos de apoyo.
En su comparecencia, Francisco Igea ha aprovechado para pedir al PP y a su líder, Alfonso Fernández Mañueco, que cumpla su promesa de que no gobernaría con Vox.
También ha abogado para que PP y PSOE se sienten y "reflexionen" lejos de su "ambición personal" para pensar "en grande" lejos de la "polarización y las trincheras" que, a su juicio, representa Vox.
Visiblemente emocionado ante unos resultados terribles para su partido, Igea ha admitido que no tiene "nada que celebrar", aunque algunos sondeos llegaron a augurar la desaparición del partido en las Cortes.
"Hoy no tenemos nada que hacer, nada que celebrar, esta Comunidad y este país hoy no tiene nada que celebrar, vivimos en una situación fragmentada, polarizada en la que esta Comunidad ha sido sometida a unas elecciones completamente innecesarias, absurdas, estúpidas", ha señalado Igea insistiendo en el mensaje que ha lanzado en toda la campaña.