
El Partido Popular tenía, hasta ahora, un dilema en Navarra. Los de Alberto Núñez Feijóo tenían que elegir si situarse del lado de Javier Esparza, líder de Unión del Pueblo Navarro, o tratar de llegar a un acuerdo con los dos diputados que tenía esta formación en el Congreso, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, para las próximas elecciones.
Sayas y Adanero fueron expulsados de la formación durante dos años por votar en contra de la reforma laboral del PSOE en el Congreso el pasado 3 de febrero. Los dos representantes navarros en las Cortes desobedecieron ese día la orden de la cúpula de UPN que les ordenó votar que sí (después de que Esparza hubiera llegado a un acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez).
La desobediencia a su dirección, no obstante, despertó un apoyo insólito entre sus bases que aplaudieron el "no" a la medida de Yolanda Díaz. Los dos diputados decidieron entonces lanzar una Plataforma Navarra con la que estuvieron viajando por la comunidad foral.
La idea de tentar a estos dos diputados para diseñar un proyecto junto a ellos estuvo en su día en la mente de algunos dirigentes populares pero conforme han pasado las semanas, se han decantado por la otra opción: tratar de llegar a un acuerdo con los oficialistas de Esparza.
Un pacto de iguales
Eso sí, el PP asegura que, con Feijóo subiendo como la espuma en las encuestas y con un Esparza debilitado, quieren un pacto de igual a igual "con condiciones". Descartada la reedición de Navarra Suma (UPN+PP+Cs), Génova está dispuesta a "colaborar" pero advirtiendo al líder de UPN que se tiene que alejar por completo de los socialistas, con los que ha pedido llegar a acuerdos para que el PSN no se decante por Bildu.
No van a ser unos meses fáciles para el PP ya que, además de tratar de cerrar este acuerdo, tienen pendiente la renovación orgánica del partido, donde Ana Beltrán, afín a Pablo Casado, ya mostró su intención de dejar de ser líder popular en la comunidad foral.


