"La vía democrática del referéndum" es el título de la ponencia que la dirección de ERC someterá a votación de su militancia en el próximo congreso, el 28 de enero en Lérida. La propuesta plantea una consulta en la que ganaría la separación de Cataluña del resto de España si se dan dos circunstancias: que la participación alcance el 50% y que el 55% de esa mitad del electorado vote a favor.
La ponencia desgranada este lunes por la portavoz del partido, Marta Vilalta, es la "hoja de ruta" del partido republicano para los próximos cuatro años y se basa en el "acuerdo de claridad" que expuso en el parlamento autonómico catalán el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, segundo de Oriol Junqueras.
Tal "acuerdo de claridad", un remedo de las condiciones del Gobierno canadiense en el contencioso con la región francófona del Quebec, se basa en la teoría de que el 80% de la población residente en Cataluña es partidaria de un referéndum que sería vinculante si votara al menos la mitad del electorado. Y en ese caso, un 55% de los votos a favor de la independencia darían como resultado el alumbramiento de la República de Cataluña.
El caso de Montenegro
Tras explorar toda clase de vías, de la canadiense a la escocesa pasando por las de Lituania, Estonia, Letonia, las repúblicas bálticas y hasta el caso de Somalilandia, ERC ha reparado en el caso de Montenegro, el último referente del independentismo catalán. Según la portavoz republicana, dicho país obtuvo el reconocimiento de la Unión Europea con esas mismas condiciones de participación y aceptación de la independencia.
ERC también se remite a la última experiencia escocesa para añadir nuevas condiciones a esa votación pactada. Podrían votar los mayores de 16 años así como todos los extranjeros residentes en Cataluña. La pregunta sería la misma que en el golpe de Estado (¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente en forma de república?) y en caso de consumarse la intentona, la idea es que se abriera una negociación entre el Gobierno y la Generalidad con mediación europea e internacional, según el texto de la ponencia.
La intención de ERC es llevar a la "mesa de diálogo" con el Gobierno de Pedro Sánchez la propuesta de referéndum al efecto de que sea pactado con el Estado. Sin embargo, en ERC son conscientes de los plazos, por lo que consideran que el referéndum tendrá que esperar a la resolución de los cambios en el Código Penal para "desjudicializar" el golpismo separatista. Vilalta ha destacado que la actual negociación sobre el Código Penal supone en la práctica una amnistía, pues sus efectos son "los mismos". Pero una vez sustanciada esa carpeta, el próximo paso será el referéndum. De hecho, ERC siempre ha mantenido que su propósito al sentar al Gobierno a negociar es la amnistía y el referéndum y que ambos objetivos son indisociables.
En el hipotético caso de no lograr avanzar hacia el referéndum tras haber logrado la amnistía, ERC se reserva la utilización de otros "instrumentos democráticos" que no detalla para imponer la independencia. En los cálculos del partido republicano, "La vía democrática del referéndum" será el peaje a pagar por el PSOE en la próxima legislatura.