
Los vocales conservadores en el Consejo General del Poder Judicial han dirigido una carta al presidente interino, Rafael Mozo, para plantearle sus dos candidatos al Tribunal Constitucional del tercio que corresponde renovar. Se trata de César Tolosa y Pablo Lucas, de los que los vocales aportan sus currículum.
La misiva busca que Mozo convoque un Pleno extraordinario para votar los dos miembros del TC que le corresponden antes del 22 de diciembre, fecha en que se calcula que estará aprobada la reforma exprés del Gobierno que culmina su asalto al poder judicial y que además de cambiar las normas, amenaza con "responsabilidades penales" a los vocales que se resistan a hacer nombramientos.
César Tolosa es magistrado del Tribunal Supremo desde 2014. Actualmente, preside la Sala de lo Contencioso-Administrativo. Ingresó en la Carrera Judicial en 1982 y tuvo su primer destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Molina de Aragón (Guadalajara). En 2004 fue elegido presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, cargo en el que permaneció hasta su nombramiento para el Supremo.
Pablo Lucas es magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo desde noviembre de 2001, fecha en la que ingresó en la carrera judicial por el turno reservado a juristas de reconocida competencia con al menos 15 años de ejercicio. Es el encargado de controlar la actividad del CNI y estaba en el primer listado de nueve candidatos dado a conocer por los vocales progresistas el pasado octubre.
Estos dos nombres se sumarían al de José Manuel Bandrés, el propuesto por el sector izquierdista y considerado el candidato del Gobierno.
Aunque Mozo rechazó en un primer momento el intento del bloque conservador de que se convocara un pleno de urgencia, los vocales esperan que ya con los nombres sobre la mesa sí puedan votar en breve.
La maniobra frustraría el nombramiento de Bandrés: en la actualidad, para que un candidato sea elegido, necesita al menos 11 votos de los 20 en total (tres quintos). Mientras, la reforma impulsada por PSOE y Podemos busca pasar a una mayoría simple para la designación de candidatos y que en caso de que no se produzca la elección, el Gobierno pueda colocar a sus dos candidatos en el Tribunal Constitucional.
Además, la enmienda contempla que, en lugar de que cada uno de los 18 vocales proponga y vote a dos candidatos, proponga y vote solo a uno, lo que -según explican las fuentes del CGPJ consultadas por Europa Press- garantizará que los dos más votados sean los aspirantes elegidos por cada bloque del Consejo (el progresista y el conservador). Esto es, en el caso de los progresistas: Bandrés.
Entre tanto, el bloque izquierdista aboga ahora por retrasar la elección todo lo posible e incluso posponer toda votación hasta que entre en vigor la reforma.

