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La prensa de un vistazo

"El Rey nos dijo que vivimos asomados a un precipicio"

El Rey dio un auténtico repaso. Parecía un padre intentando educar a sus hijos.

El Rey dio un auténtico repaso. Parecía un padre intentando educar a sus hijos.
El Rey durante el discurso de Navidad. | EFE

El Mundo

"Los barones se aíslan ante el lastre de la marca Sánchez". "El mensaje del Rey pierde más de un millón de espectadores respecto al de 2021 y es el tercero menos visto del monarca".Dice José Ignacio Torreblanca que "el árbitro (constitucional) ha pitado falta en contra del Gobierno y de sus valedores. Pero no a favor del Partido Popular. Hacen mal por tanto los populares en creer que la decisión del Constitucional de imponer medidas cautelarísimas convalida su estrategia de bloqueo de la renovación del CGPJ y el TC. Es comprensible que a los populares les disgusten las reformas de los delitos de sedición y malversación: como ha quedado acreditado entre las propias filas del PSOE y en las encuestas, no son los únicos. Pero esas reformas son tan legales como legítimas y, aquí sí, expresan la voluntad mayoritaria de la Cámara sin distorsiones procedimentales. El PP tiene una sencilla y democrática vía para evitarlas: ganar las próximas elecciones generales"

El PP, dice Torreblanca pretende "erigirse en garante indignado de la Constitución y socavarla con todo descaro manteniendo y forzando una mayoría conservadora. "Nos asomamos a una democracia irrespirable, dañada en sus cimientos y con un Tribunal en el que nadie cree. Y los populares son también responsables de ello".

Sin embargo, Raúl del Pozo cree que "nunca está claro lo que quiere Pedro Sánchez; diga lo que diga no se le cree porque, como se dice en el Quijote, la verdad adelgaza y no quiebra y, al final, la verdad ha cubierto los faroles de Sánchez como el aceite sobre el agua. Hay quien sospecha que todo lo que hace es para mantenerse en el poder, que es una simpleza, porque la mayoría de los políticos aspiran a ello. Pero, en este caso, para seguir en Moncloa tendría que cambiar el régimen y ya ha demostrado que es capaz de hacerlo". De eso y de mucho más.

El País

"Felipe VI alerta de la erosión de las instituciones". Dice el editorial, que no señala a nadie, que "la neutralidad institucional del discurso de Navidad del Rey no pudo ni quiso ocultar la preocupación por las amenazas que asedian en los últimos tiempos a democracias tan o más consolidadas que la española". "Felipe VI enumeró de forma explícita tres amenazas: "La división de la sociedad", "el deterioro de la convivencia" y la "erosión de las instituciones". La apelación al "espíritu" y los principios que vieron nacer hace ya casi 45 años la Constitución de 1978 —que no deben "debilitarse ni caer en el olvido" porque "son un valor único en nuestra historia constitucional y política"— no revestía halo alguno de nostalgia sino de ejemplaridad práctica y cotidiana. De ahí la apelación a todos a dejarse "guiar por la razón" para resolver los conflictos a través de instituciones que "respondan al interés general y ejerciten sus funciones con colaboración leal", siendo a la vez un "ejemplo de integridad y rectitud". Ignorar los riesgos contra la democracia hoy puede tener consecuencias impredecibles", dice sin concretar quién está poniendo en riesgo la democracia.

"El escenario internacional pero también el nacional explican la convicción europeísta del Rey, que pidió "el mayor compromiso de todos con la democracia y con Europa". No sonó como frase hecha o rutinaria, sino como aviso sobre asechanzas que pueden desequilibrar la estructura institucional de la democracia y arruinar lo que la mayoría probablemente siente como sustrato deseable o, según el Rey, "la serenidad, la paz, la tranquilidad" que tanto contrastan con la agitación política que estamos viviendo". Y aquí, El País no menciona las tropelías de Sánchez, pero tampoco se refiere al PP.

"El ejercicio de responsabilidad y la reflexión constructiva que reclamó "en estos momentos" no pareció destinado solo a cubrir el expediente del discurso navideño. Era un reclamo muy conectado con el presente".

"Que no todos sus actores hayan estado a la altura no significa que en el país que dibujó el Rey no sigan cabiendo todos desde el respeto a la dignidad de las personas, sean cuales sean sus convicciones. La defensa de la voluntad integradora, frente a la pulsión excluyente, pasa por lo que Felipe VI llamó "el lugar donde los españoles nos reconocemos y donde nos aceptamos los unos a los otros, a pesar de nuestras diferencias". Ya, ¿y quién excluye aquí?

"A veces, recordar los principios generales democráticos se vuelve no solo necesario sino muy valioso, y eso hizo en buena medida el Rey al demandar de todos la guía de la razón para la resolución de los conflictos". Pues a ver si Sánchez toma nota y deja de dar órdagos a todas horas.

ABC

"Tregua entre PP y PSOE para alabar la defensa constitucional del Rey". A ver lo que dura, yo calculo que hasta mañana. Dice el editorial que "si había alguna duda a la hora de localizar e identificar los riesgos institucionales a los que se enfrenta la democracia española y el régimen de libertades que se desprende de la Constitución de 1978, sobre los que el Rey alertó en su discurso de Navidad, los socios del Gobierno y sus aliados parlamentarios se encargaron ayer de despejarla" con sus críticas. Aunque eso lo sabemos todos, y el primer el Rey.

"Desde Podemos a Bildu, pasando por ERC o el PNV, los partidos del llamado 'bloque de investidura' arremetieron contra el Rey, como es su costumbre". Pero el jefe es Sánchez.

"Respecto de la democracia liberal, asediada por diversos factores, el Rey advirtió sobre tres riegos particulares de nuestro país: la división, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones".

"Y lanzó una advertencia absolutamente contingente: «En estos momentos, todos deberíamos realizar un ejercicio de responsabilidad y reflexionar de manera sobre las consecuencias que ignorar esos riesgos puede tener para nuestra unión, para nuestra convivencia y nuestras instituciones». Nadie puede esperar que se produzca esa necesaria reflexión que pide el Rey en unos partidos que nunca ha ocultado su naturaleza antisistema y cuyo objetivo no es otro que la demolición de lo que denominan el 'régimen del 78', pero sí en el PSOE, formación que ha sacrificado sus principios hasta poner en riesgo el edificio constitucional que hace cuatro décadas contribuyó a levantar". El problema es que el PSOE ya no existe, solo hay sanchismo y ya sabemos el respeto que le tiene Sánchez al Rey.

Ignacio Camacho lo tiene claro. "Lo malo del discurso del Rey es que nadie le va a hacer caso". Pero nadie. "Que cada partido –de los sistémicos, los demás ni se dan por interpelados– piensa que el grave desgaste institucional denunciado por el monarca es culpa del adversario y que por tanto es a otros a quienes corresponde arreglarlo. Que la función arbitral de la Corona hace tiempo que no tiene éxito aunque su titular siga insistiendo". Y qué va a hacer el hombre, vaya reinado lleva.

"El problema no va a desaparecer sólo cambiando una mayoría de izquierdas por otra de derechas. Ésa es la verdadera victoria del sanchismo, la de haber creado una sociedad dividida, sin espacios de encuentro, sacudida por un ímpetu banderizo que acerca a la nación a un punto crítico. Sentado en el salón de la Zarzuela, el Rey nos dijo tranquila pero solemnemente que vivimos asomados a un precipicio. Y que nos caeremos en él si los responsables políticos siguen sin jugar limpio. Así que o bajamos entre todos el diapasón y le ponemos algo de sordina al ruido o estos conflictos que ahora nos escandalizan nos van a parecer un juego de niños". Y llegará un día en el que el Rey se harte y nos mande a todos al carajo.

La Razón

"El discurso de Felipe VI rompe el eje ideológico de Pedro Sánchez". "Los ecos del discurso de Nochebuena del Rey han reflejado con nitidez la oportunidad y la razón de sus palabras en tiempos particularmente complejos y delicados para España y el mundo", dice el editorial. "En la noche más familiar y especial del año, se pudo palpar, sin medias tintas, la preocupación que embarga al Jefe del Estado por la actual situación que atraviesa nuestro país, pero, también, su confianza en que la sociedad española sabrá salir adelante". Bueno, yo no le vi tan confiado.

"Señaló la división, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones como elementos de incertidumbre y preocupación sobre los que hay que actuar. Y, aquí, insistió, como en otros discursos pronunciados en momentos de zozobra de la Nación, en que es el respeto a la Constitución, surgida del éxito de la Transición democrática iniciada hace ya más de cuatro décadas, la vía que nos llevará a la superación de los actuales problemas".

"En esa demanda de la voluntad de integrar, frente al deseo de excluir, podemos situar la clave de bóveda del discurso navideño de Su Majestad, que, como era de esperar, provocó airadas reacciones en los sectores políticos de siempre, los que laboran incansablemente por la exclusión y la división. Es lógico que los enemigos de la Constitución, aquellos que quieren acabar con el tiempo de bienestar, prosperidad y libertad que supone el extraordinario legado de la transición, que conspiran contra la convivencia y la concordia de los españoles, ataquen a Don Felipe y demonicen su extraordinario discurso. Lo anómalo, lo inaudito, es que estos mismos compartan la dirección del Estado". Lo inaudito es que lo encabece el PSOE.

En España

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