Redobles de tambor en el independentismo. El fugado Carles Puigdemont ha salido de su letargo navideño con una llamada a la revuelta. El motivo, la cumbre entre el presidente de la república francesa, Emmanuel Macron, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prevista para el próximo 19 de este mes en Barcelona. El independentismo está muy dividido y en plena batalla por el control del movimiento, pero hay un punto en el que todas las facciones están de acuerdo. El procés no ha terminado, tal como sostiene Sánchez y como pretende que se visualice en la mencionada cumbre para firmar un tratado de amistad y cooperación reforzada.
El eurodiputado prófugo ha salido al paso de la convocatoria hispano-francesa en Cataluña con un llamamiento a las protestas. "Han trabajado para desmovilizar y romper la unidad, que han sido las dos grandes herramientas para defender Cataluña ante un Estado que nos discrimina y nos perjudica por el hecho de ser catalanes. El día 19, unámonos y movilicémonos para defender el país ante unos ilusos enterradores", ha proferido el dirigente separatista en su cuenta de Twitter.
Han treballat per desmobilitzar i trencar la unitat, que han estat dues grans eines per defensar Catalunya davant d’un Estat que ens discrimina i ens perjudica pel fet de ser catalans.
El dia 19, unim-nos i mobilitzem-nos per defensar el país davant d’uns il·lusos enterradors.
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) January 6, 2023
Puigdemont considera que la cumbre es una provocación al tiempo que Sánchez pretende que su cita con el mandatario francés en Barcelona escenifique el fin definitivo del proceso independentista. Confía para ello en que no se produzca ningún tipo de protesta de relieve.
Vilagrà insiste en el referéndum
Sus socios de ERC están a la espera de conocer si Moncloa ha reservado algún papel institucional al presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, aunque todo parece indicar que el dirigente republicano, segundo de Oriol Junqueras, no tendrá especial protagonismo como "anfitrión". En ese contexto, la consejera de Presidencia e interlocutora principal con el Gobierno, Laura Vilagrà, ha coincidido con Puigdemont en negar el fin del proceso separatista.
Según Vilagrà, queda camino por recorrer en materia de "desjudicialización" a pesar de los indultos y la reforma del Código Penal que ha eliminado la sedición y rebajado la malversación y "el conflicto político no se resolverá hasta que en Cataluña podamos decidir nuestro futuro", ha insistido.
En el independentismo "de base" confían en que la cumbre de Sánchez y Macron reactive las protestas y sirva como punto de inflexión después de un par de años marcados por la pandemia y las negociaciones entre el Gobierno y la Generalidad para dejar sin efecto la sentencia del Tribunal Supremo sobre el golpe de Estado de octubre de 2017.