
La comisión sobre Injerencias Extranjeras del Parlamento Europeo ha encargado al Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas una investigación sobre la denominada trama rusa del proceso separatista catalán. Dicho centro, con sede en Helsinki, tiene ahora como misión destapar las conexiones entre la asonada de octubre de 2017 en Cataluña y el régimen de Putin.
El resultado de la votación ha sido aplastante: 27 votos a favor, una abstención y un solo voto en contra. De este modo, ya es oficial un encargo que pone al prófugo y eurodiputado Carles Puigdemont en una situación como mínimo compleja. Según las conclusiones del informe aprobado por la comisión de la eurocámara, hay fundados indicios de que emisarios rusos sobre el terreno participaron en maniobras de desinformación para ayudar a la Generalidad golpista en su objetivo secesionista.
Ya en enero del año pasado, el Parlamento Europeo aprobó otro informe sobre la difusión de noticias falsas e injerencias rusas en procesos electorales y políticos de la Unión Europea. En aquel documento se citaban el Brexit, las elecciones presidenciales francesas de 2017 y el golpe de Estado separatista. En paralelo, otro informe de inteligencia constaba las conexiones del entorno de Puigdemont con elementos del Kremlin. Dicho documento fue publicado por The New York Times, cuya información afirmaba que "en Moscú, el emisario, Josep Lluis Alay, un alto consejero del expresidente catalán autoexiliado Carles Puigdemont, se reunió con funcionarios rusos, con exagentes de inteligencia y con el nieto de un espía de la KGB, un hombre muy bien conectado. La meta era garantizar la ayuda rusa para lograr la separación de Cataluña del resto de España".
El periódico estadounidense advertía ante los desmentidos separatistas que "lo supiera Alay o no, muchos de los funcionarios con los que se reunió en Moscú están involucrados en lo que se ha conocido como la guerra híbrida del Kremlin contra Occidente. Se trata de una estrategia de varias capas que emplea propaganda y desinformación, financiación secreta y movimientos políticos desestabilizadores, ataques informáticos y fugas de información".
"Guerra híbrida" de Rusia contra la UE
En febrero del año pasado, Puigdemont promovió una enmienda en la cámara europea para desactivar la investigación sobre las injerencias rusas, pero pinchó en hueso. El Parlamento siguió adelante en su propósito de investigar lo que se conoce como "guerra híbrida" de Rusia contra la Unión Europea, todas esas maniobras de desestabilización de las que el separatismo se quiso aprovechar antes, durante y después del golpe de Estado de 2017. Ataques informáticos, ocupación de las redes sociales para la desinformación y la propaganda, espionaje, eliminación de disidentes son algunas de las especialidades contrastadas de la "guerra híbrida" de Putin.
La eurodiputada de Ciudadanos Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Comisión de Libertades Civiles de la cámara, ha destacado que, con el encargo de investigar la trama rusa en Cataluña, "se va completando el puzle de la desinformación y la injerencia rusa en la región durante una década". También ha señalado que "Rusia llevó a cabo en Cataluña intervenciones combinadas con agentes de campo y propaganda y desinformación a través de medios como Rusia Today y Sputnik".
En diciembre del año pasado, uno de los colaboradores de Puigdemont, Víctor Terradellas (exrresponsable de relaciones internacionales del partido Convergencia) confirmó en un reportaje de la televisión francesa France5tv que "él medió entre los enviados de Putin y Puigdemont para celebrar un encuentro en el que estuvo presente y que se llevó a cabo cuatro días antes de que los grupos separatistas del Parlamento Catalán aprobaran la declaración de independencia y reiteró que los rusos ofrecieron a la Generalidad golpista financiación y un contingente de diez mil soldados para apuntalar el golpe de Estado separatista.

