Podemos ha entrado en pánico tras el resultado de las elecciones del 28-M. Literalmente. A primera hora, el jefe de facto de los morados, Pablo Iglesias, ya daba la orden de entenderse con Yolanda Díaz para las elecciones generales, pues a su juicio el "pésimo" resultado de los morados en las autonómicas y municipales ha evidenciado que la falta de unión en la izquierda conduce a "consecuencias dramáticas".
"Nuestro resultado ha sido un desastre, pésimo, hay que decirlo con claridad", ha expresado Iglesias en declaraciones a RAC1 en las que ha lamentado haber quedado fuera de parlamentos autonómicos y ayuntamientos importantes. "Ahora toca trabajar con muchísima humildad", ha concluido, en referencia a que Podemos podría transigir con lo que pida Yolanda y dejaría atrás todas sus reivindicaciones sobre las listas.
Poco después, Ione Belarra, líder oficial del partido de Iglesias, obedecía la orden y lo comunicaba oficialmente. En una comparecencia sin preguntas ante los medios en la sede de la formación, Ione Belarra ha comunicado que que su formación ya está trabajando para un acuerdo de confluencia con Sumar ante el adelanto de las elecciones.
"El bloque progresista está perdiendo la primera parte del partido (tras el 28M), y queremos hacer lo que mejor sabemos hacer, que es remontar y revalidar la confianza no solo en el Gobierno de coalición sino en Unidas Podemos", ha disertado.
De esta forma, ha insistido que su formación se va a ubicar en favor de la unidad y ya están trabajando para que culminar la "noticia que la gente está esperando", que la ultraizquierda se presente unido en estos comicios para "salir a ganar".
Estas prisas tienen una explicación. Los partidos sólo tienen hasta el 9 de junio para formar coaliciones y deberán presentar listas el 19 de junio.