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Bildu vuelve a sus tácticas: sus alcaldes quitaron policía en los colegios electorales para asustar a los votantes

PNV, PSE-PSOE y PP criticaron la medida y pidieron que se elevara la presencia policial en los colegios electorales.

PNV, PSE-PSOE y PP criticaron la medida y pidieron que se elevara la presencia policial en los colegios electorales.
Arnaldo Otegi, con la alcaldesa de Durango, Ima Garrastatxu. | Europa Press

Bildu ha comenzado ya con los marcados a concejales del PP y más prácticas clásicas de los proetarras. Lo acaba de hacer con el buzoneo de pasquines señalando a Carlos García en Durango, como ya ha adelantado Libertad Digital. Y es que la gobernabilidad de ese importante Ayuntamiento puede depender del PP. Pero no se trata de la única práctica de Bildu que recuerda al pasado. Ya en las recientes elecciones del 28M, el Ayuntamiento de Durango, en manos de Bildu, decidió reducir la presencia de Policía Local en los colegios electorales. La redujo nada menos que a una quinta parte, dejando muchos centros de votación sin protección inmediata en caso de ataques, presiones o insultos a votantes. Una decisión que, obviamente, el resto de partidos identificaron como una vuelta a la inyección de dosis de miedo en la población.

El Ayuntamiento de Durango redujo de 20 a 4 el número de agentes que custiodiaron los 11 colegios electorales del municipio el pasado 28M. El propio PNV calificó la rebaja de presencia policial de "drástica" e incluso registró una petición formal para elevar la dotación de Policía Municipal.

"Entre los cambios para esta convocatoria con respecto a las anteriores está el de la drástica reducción del servicio de la Policía Municipal en las labores de custodia, vigilancia, asistenciales e informativas que se venían realizando históricamente", señalaron desde el PNV. A la protesta se sumaron el PSOE-PSE y el PP de Carlos García. Por parte del Partido Socialista, su portavoz, Jesica Ruiz, llegó a recordar que las elecciones locales "son las que más tensión generan" y reclamó igualmente un refuerzo policial ante lo que era observado como una mecánica de presión a los votantes no nacionalistas o no proetarras, que acuden en municipios donde el control social es elevado y donde el mero hecho de votar delata una orientación hacia uno u otro partido.

Desde el Partido Popular, Carlos García calificó la decisión de "muy lamentable". Y él es el mismo que ahora sufre las presiones abiertas y callejeras de los proetarras por poder ser llave de Gobierno. Y es que Bildu, socio preferente de Pedro Sánchez, ha vuelto a las viejas prácticas.

El acoso a Carlos García

En el caso de García, en Durango, el edil del PP se ha encontrado con una distribución masiva de pasquines insultándole y reclamando que el resto de partidos dejen gobernar a los proetarras pese a no sumar mayoría absoluta y ponen en el objetivo al 'popular'.

"Instamos a las demás fuerzas progresistas a alcanzar un acuerdo que mire hacia el futuro", señalan los de Arnaldo Otegi. Los proetarras dictan el camino al resto de formaciones: "A Herriaren Eskubidea le proponemos seguir juntos el camino hacia un Durango mejor, como lo hemos hecho estos años" y con "el PSE compartimos puntos en común sobre el programa, e intentaremos convertirlos en acuerdos de futuro. Porque estamos aquí para mejorar la vida de los y las durangarras, y no para ocupar sillones. No nos mueve ese interés", señala Bildu.

Y, a partir de ahí, el tono sube claramente de intensidad: "Nos preocupa que el PP (a quien Vox cedió su candidatura) haya entrado en el consistorio. El candidato ultraderechista que proviene de Bilbao ha basado su campaña en mentiras, amenazas y falsas acusaciones". Se refieren con esos insultos a Carlos García, histórico candidato del PP que lleva toda su vida peleando desde el terreno local para evitar la dictadura proetarra. Y la respuesta de los proetarras que comanda Otegi es claramente amenazante: pese a que García ha conseguido su resultado democráticamente, ellos advierten de que les "preocupa que el PP haya entrado en el consistorio" porque "desde EH Bildu establecemos claras líneas rojas a la derecha extrema y a la extrema derecha".

El aviso se hace extensivo a quienes pueden entrar en la más mínima relación con Carlos García: "Nos preocupa, asimismo, que Mireia Elkoroiribe esté dispuesta a recibir los votos del PP para alcanzar la alcaldía. No se entendería que el PNV se uniera al PP de Ayuso para expulsar de la Alcaldía a Ima Garrastatxu". Y "tampoco se entiende que el PSE apoye esa alianza de derechas, y menos aún en vísperas de unas elecciones generales en el Estado", añaden los de Bildu. "Por eso, estamos poniendo todo nuestro empeño en formar un gobierno de carácter progresista en Durango, para seguir avanzando, y mirando hacia el futuro", explican. Y lanzan la última advertencia: "Perseveraremos para evitar que la derecha y la extrema derecha hagan retroceder a Durango".

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