La ejecutiva de Junts per Catalunya (JxCat) ha terminado con una intervención del secretario general de la formación separatista, Jordi Turull, en la que ha pedido "confianza" en los negociadores del partido, con el prófugo Carles Puigdemont al frente. En cuanto al "fleco" oculto, se alude a las dos reivindicaciones de máximos del partido, la amnistía y la autodeterminación.
Puigdemont exige un compromiso por escrito y con la firma de Pedro Sánchez, por lo que mantiene la incertidumbre, al menos de manera formal. La intención es estirar el chicle, mantener el foco sobre el expresidente de la Generalidad y seguir negociando de cara a la investidura del líder socialista, que despejaría así su camino de cara a comparecer ante el Rey con los votos para la Mesa de JxCat.
A pesar de los mensajes en la red social X de Puigdemont y de Laura Borràs, presidenta del partido, y Turull, los únicos autorizados a hablar, finalmente se ha apostado por continuar con las negociaciones salvando el escollo de la Mesa del Congreso. Habría funcionado la única carta del PSOE, que advirtió a Junts de que si facilitaba por pasiva una Mesa presidida por el PP se había acabado la historia y se repetirían las elecciones. La presión ha funcionado, a pesar de que Puigdemont se ha jactado durante las últimas semanas de que, dada su situación, no le afecta ningún tipo de presión.
Una parte del empresariado catalán también sale reforzada de este envite, pues desde hace semanas llevan enviando emisarios y mensajes a la residencia de Puigdemont en Waterloo para que el jefe separatista avale al PSOE de Pedro Sánchez.
A la espera de la confirmación definitiva, durante la votación, se despeja la primera incógnita de la XV legislatura. Sánchez ocupa la Mesa gracias a un acuerdo sobre la bocina con Puigdemont, un pacto labrado fundamentalmente por el emisario de Yolanda Díaz, el exdiputado de Podemos Jaume Asens, amigo del también prófugo Toni Comín y bien considerado en el entorno de Puigdemont.
A partir de ahora comienza una negociación mucho más enrevesada sobre la investidura de Sánchez, pero la primera fase ha sido resuelta con éxito por el líder socialista, que se apresta ahora a desactivar las resistencias del núcleo duro de Puigdemont.
Comisión sobre los atentados islamistas
De momento, los separatistas han logrado la imposición del catalán en el Congreso y dos comisiones de investigación, una sobre las "cloacas del Estado" y la supuesta "Operación Cataluña" en contra del independentismo y una segunda, de especial relevancia hoy, sobre la presunta implicación del Estado en los atentados islamistas de Barcelona y Cambrils, de los que este jueves se conmemora el sexto aniversario. Según la tesis de los aliados de Sánchez, tales atentados habrían sido cometidos con el visto bueno de elementos del Estado vinculados con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), tesis que fundan en que el imán que radicalizó a los jóvenes de Ripoll de origen marroquí que perpetraron los ataques.