
Pedro Sánchez cruzó este viernes otra línea más al mantener su primera reunión con EH Bildu, la coalición electoral que integra en su seno al antiguo brazo político de ETA. Lo hizo con luz y taquígrafos. El momento quedó inmortalizado para la posteridad mediante varias fotografías, unas imágenes de las que huyó el presidente toda la legislatura pasada a pesar de que el partido de Arnaldo Otegi era uno de sus socios prioritarios en el Congreso.
Ahora, el líder socialista ya no tiene reparos y se ha convertido en el primer presidente del Gobierno que se reúne con el partido proetarra. EH Bildu lo considera un "hito". Al encuentro con el candidato a la investidura y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, acudieron sus portavoces parlamentarios, Mertxe Aizpurua y Gorka Elejabarrieta.

La trayectoria de la portavoz de EH Bildu siempre ha estado vinculada a ETA. De hecho, Aizpurua fue condenada en 1984 a un año de prisión e inhabilitación por apología del terrorismo. Licenciada en Ciencias de la Información, fue sentenciada cuando era editora de la revista Punto y Hora de Euskal Herría. En el número 320 de la revista, Aizpurua publicó un editorial titulado Por los gudaris (soldados vascos) de ayer y de hoy; y una entrevista con el hermano de un miembro de ETA fallecido mientras manipulaba un artefacto explosivo en la localidad navarra de Tafalla.
La sentencia considera que el párrafo del encabezamiento de la entrevista "con sus expresiones y contexto, constituye, a la par que una justificación a diversos militantes de ETA, anteriormente fallecidos, una proclama revolucionaria en defensa de la lucha de tal organización armada, y un homenaje a sus militantes desaparecidos, lo que integra, a juicio del Tribunal, una clara defensa y alabanza de la organización terrorista, de sus integrantes, y de su violenta actividad".
De la misma editora que Punto y Hora de Euskal Herría – Orain S.A.-, era Egin, del que Aizpurua fue también redactora jefe de Información. Este periódico fue cerrado en 1998 por orden del entonces juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, al ser considerado el "cuarto frente" de la banda terrorista. Tan sólo un año antes de este cierre, mientras Aizpurua era editora, el diario perpetró dos de las portadas más ignominiosas de su historia.

Estas portadas se publicaron tan solo un año antes, con apenas unos días de diferencia entre ambas. En la primera la Guardia Civil acababa de asestar un durísimo golpe a ETA con la liberación de José Antonio Ortega Lara.
La imagen de aquel hombre desorientado, demacrado hasta casi la muerte, con la mirada perdida y vestido con un chándal dio la vuelta al mundo. 532 días de cautiverio, enterrado en vida, habían tocado a su fin. Egin decidió titular así su portada: "Ortega vuelve a la cárcel". Era funcionario de prisiones en Burgos.

Esta brillante operación de la Benemérita tuvo como contrapartida la venganza de los asesinos. Así, diez días después, ETA secuestró a Miguel Ángel Blanco realizando un chantaje que sabía era imposible de aceptar por el Gobierno de José María Aznar: el acercamiento en 48 horas de todos los presos etarras a las cárceles del País Vasco. Cuando finalmente los terroristas cumplieron con su amenaza asesinando al joven concejal de Ermua, Egin decidió abrir su periódico impreso de la siguiente manera: "El edil del PP apareció con dos disparos".
Aizpurua también fundó Gara, donde fue directora entre 1999 y 2004, y bajo su mando se creó un colectivo de delatores que, tras el pseudónimo de Maite Soroa, señalaba objetivos a la banda terrorista, especialmente periodistas. El 7 de junio de 2001, los diarios Gara y Euskaldunon Egunkaria publicaron una entrevista con dos miembros de ETA, a consecuencia de la cual la Fiscalía General del Estado interpuso una querella contra los dos encapuchados que la concedieron y contra Mertxe Aizpurua y el director de Egunkaria, Martxelo Otamendia, por los supuestos delitos de amenazas, justificación de actos terroristas y colaboración con banda armada.
El juez Garzón resolvió admitirla respecto de los terroristas, pero la desestimó en relación con los dos periodistas, a los que citó como testigos. En su comparecencia ante el juez, ambos directores aseguraron que desconocían la identidad de los terroristas y que habían quemado las cintas con la conversación. En junio de 2002, la Audiencia Nacional decidió mantener en libertad "sin restricciones" a los directores de los dos diarios.

Mertxe Aizpurua escribió también la biografía Argala. Pensamiento en acción. Vida y escritos (2018), centrada en el líder de ETA, Argala, quien estuvo implicado en el asesinato del presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco.
Se negó a condenar hace una semana el ataque a la tumba de Buesa
El encuentro entre Aizpurua y el presidente del Gobierno en funciones se produce, además, tan sólo una semana después del ataque que sufrió el panteón familiar del socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA el 22 de febrero de 2000 junto a su escolta, el ertzaina Jorge Díez. Fue atacado con pintura y heces y EH-Bildu se negó a condenarlo. "El odio de los nostálgicos del terrorismo abertzale sigue presente", denunció Covite en un comunicado que reprobó que "rechazaran pero no condenaran". "La palabra condena tiene una carga moral y por eso son incapaces de condenar porque no consideran moralmente reprobables este tipo de ataques a la memoria de sus víctimas", indicó la asociación presidida por Consuelo Ordóñez.
Precisamente tanto Covite como la AVT clamaron este viernes por la foto "infame" de Sánchez con "un partido que llevó 40 terroristas en sus listas" en las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo.

