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Bildu bombardea al PSOE a dos semanas de formar Gobierno: exige la plena implantación del vascuence en menos de un año

El partido de Otegi busca la erradicación total del español y no acepta el modelo pactado por PNV y PSOE-PSE.

Bildu tiene claro que, tras haber sentado en La Moncloa al presidente "del que más puede sacar", como afirmó el propio Arnaldo Otegi, ahora empieza su batalla contra su rival directo en las próximas elecciones generales. Contra el PNV. PNV es el líder del gobierno de coalición en el País Vasco. Los nacionalistas pretendían impulsar un plan de apoyo al vascuence pero sin erradicar al español. Lo hacían de la mano del PSOE-PSE. Y Bildu ha exigido ya un acelerón de forma que el español sea aparcado y que se haga en la actual reforma ya impulsada, es decir, en un plazo acelerado de menos de un año.

El PNV y el PSOE habían cerrado un acuerdo de cara al proyecto de Ley de Educación en el País Vasco. El plan de socialistas y separatistas pasaba por un esquema en el que se limitara el español paulatinamente pero de forma que la crítica política fuera menor y se pudiera generar la apariencia de que son los propios centros educativos los que iban optando -ante la falta de medios- por dejar de educar en la lengua oficial de todo el país, el español. Pero Bildu no acepta esa postura. Es más, quiere convertir esta batalla política en un mecanismo de diferenciación, tanto del PNV como del propio PSOE. Y, por ello, ha pasado al ataque: quiere que sea el propio modelo el que exija el abandono del español. Una inmersión en toda regla al más puro estilo catalán. Y ya ha exigido ese cambio a Pedro Sánchez. De hecho, quiere convertirlo en un motivo electoral de cara a las elecciones autonómicas vascas de mayo del próximo año.

"Marco plurilingüe con el euskera como eje"

El modelo pactado entre socialistas y separatistas podría ser perfectamente calificable de un modelo con amplias dosis de cinismo: cierra las posibilidades de ser educado en lengua española en el País Vasco, pero siempre bajo la posibilidad política de culpar a los centros educativos e, incluso, a los propios padres -por supuesta falta de interés-, de ese abandono. El plan se basa en "un sistema multilingüe cuyo eje es el euskera" y que se plasma en un esquema de enseñanza en dos lenguas oficiales y, al menos, una extranjera. Y, teóricamente, en base a esas tres lenguas se "vehicula el aprendizaje". De hecho, se supone que el texto normativo recoge el carácter vehicular de todas las lenguas de aprendizaje.

Pero lo cierto es que los matices se llevan por delante el modelo. Para empezar, el proyecto de Ley de Educación no cita expresamente los modelos lingüísticos en ninguno de sus 101 artículos. Y, además, el modelo prevé que sea cada centro educativo el responsable final de desarrollar su proyecto lingüístico dependiendo de sus "necesidades" reales, algo que deja dependiente de las presiones a las familias, del marcado a los alumnos y de la financiación real recibida -siempre saldrá más rentable optar por un solo modelo que permitir elegir a las familias- el modelo lingüístico definitivo.

Bildu no acepta esos matices. Quiere "un marco plurilingüe con el euskera como eje". Sólo el vascuence. Sin matices ni pasos intermedios o camuflados. Un ataque directo al uso del español. Y lo quiere de inmediato, para poder venderlo como su marca de cara a las elecciones vascas del próximo año.

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