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La prensa de un vistazo

"Golpe brutal" de Podemos a Yolanda Díaz y una "dentellada" de Puigdemont a Sánchez

Puigdemont jugó de farol y al final facilitó a Sánchez sacar sus decretos. Sólo Podemos dio la nota con una sonora bofetada a Yolanda Díaz.

Puigdemont jugó de farol y al final facilitó a Sánchez sacar sus decretos. Sólo Podemos dio la nota con una sonora bofetada a Yolanda Díaz.
El Gobierno celebra la aprobación de los decretos ayer en el Senado. | Europa Press

El Mundo

"Puigdemont arrastra a Sánchez a un martirio de cesiones de Estado". Al final Sánchez ha sacado sus decretos gracias a Puchi. No era tan fiero el león como lo pintaban. Tanto lo de la inmigración como lo de la amnistía ya veremos en qué queda en realidad en un país que está dentro de la UE. Puigdemont se achantó ante Sánchez. Pero, vaya, dieron espectáculo.

Marisa Cruz dice que "el Gobierno sufrió este miércoles un durísimo aviso de Carles Puigdemont". No será para tanto, reía Sánchez a mandíbula batiente. Ya sabe que lo único que tiene que hacer es prometer a Junts cosas imposibles y le dará sus votos o simplemente se pirará para que Sánchez no pierda. Eso sí, con mucho teatro. Perro ladrador, poco mordedor.


La que salió peor parada fue la pobre Yoli. Contra todo pronóstico, Podemos cumplió sus amenazas y se vengó de las múltiples humillaciones innecesarias a las que la gallega les ha sometido y le tumbaron el decreto. "Un duro varapalo, una venganza en frío que ahonda la brecha entre la líder de Sumar y Podemos y constata que aquí hay otra piedra en el camino del Gobierno. «Es una lección para el Gobierno. Igual tiene que sacar conclusiones», exponían fuentes parlamentarias, al hilo de que mientras que el decreto ómnibus sobre Justicia y el paquete anticrisis fueron objeto de negociación, in extremis, pero de negociación, el de Trabajo no", cuenta Raúl Piña. Sánchez llamará a capítulo a Yolanda para pedirle explicaciones sobre la penosa gestión de la crisis con Podemos. Y lo mismo nombra ministra a Belarra.

"La primera votación parlamentaria de la legislatura retrató ayer a una España políticamente sumida en el desgobierno y dirigida por un presidente que de forma voluntaria ha decidido someterla a un martirio continuado", dice el editorial. "En una sesión agónica, el Ejecutivo salvó in extremis dos de los tres decretos que llevaba al Congreso a costa de entregar nuevas cesiones de Estado a Cataluña". Que ya veremos qué recorrido tienen.


Leyre Iglesias dice que gana Junts. "La sesión fue un fantástico resumen del estado de excepción permanente sobre el que Pedro Sánchez ha levantado su proyecto, es decir, su poder. Hay que manejar muy bien el autoengaño para no sentir vergüenza por lo ocurrido en el Senado y también fuera de él". El que tenga vergüenza, que no es el caso de Sánchez ni del PSOE.


Hasta Lucía Méndez está cabreada por el espectáculo que dieron ayer nuestros políticos. "Los siete diputados de Junts y quien los manda desde Waterloo han hecho de la mentira, el cuento, el enredo y la patraña su forma de hacer política como socio del Gobierno de Pedro Sánchez". Pues chica, tienen de quien aprender. Sánchez ha hecho de la mentira, el cuento, el enredo, la patraña, la amenaza, el insulto, el chantaje, la descalificación, el sectarismo su forma de hacer política. "Nunca siete escaños tomaron el pelo a tanta gente". Hombre Lucía, que Sánchez lleva tomando el pelo a la gente desde que se hizo dueño del PSOE.


"Sánchez pone una muesca más en su mito pero hasta el propio Gobierno no pudo evitar la vergüenza y el asombro". ¿Vergüenza Sánchez? Anda ya, Lucía. Ganó la votación y eso es lo que cuenta para este granuja. "El PP, que esperaba una jornada festiva con la derrota de Sánchez anunciada urbi et orbi por Junts hasta después de la votación, vio truncadas sus expectativas. «Es muy difícil gobernar así». El lamento de la vicepresidenta Yolanda Díaz vale seguramente para muchos primeros ministros. No para Pedro Sánchez. El presidente sí puede gobernar así". Ahí da Lucía en el clavo. A Sánchez sólo importa una cosa: ganar. Y ayer los de Puigdemont demostraron que son como ERC y doblarán el espinazo a cambio de simples promesas. Y por cierto, ¿qué le ha pasado a Lucía para odiar tanto al PP? Estuvo en los gobiernos de Aznar y era más de derechas que el niño Jesús.

El País

"Sánchez salva los decretos in extremis y fracasa el de Díaz". Y así ha sido, nos guste o no. En realidad no debería sorprendernos el esperpento de Junts. Ya lo hicieron durante el procés. Tuvieron a todo el mundo en vilo hasta el final. Tras unos plenos de infarto en el Parlamento catalán, con leyes de desconexión incluidas, Puigdemont salió a un balcón, proclamó la independencia de Cataluña... y la suspendió ocho segundos después. Al del flequillo le gusta el espectáculo, llamar la atención, el suspense, y lo está poniendo en práctica en España. Sólo que esta vez no tiene a un calmado Rajoy enfrente, sino a un tahúr igualito que él y se desenvuelve bien en este jueguecito de faroles.


"Sánchez salvó este miércoles esa primera votación con esa extraña mezcla de audacia, resistencia y baraka que lo caracteriza, pero no sale de esta con todas las plumas", dice Claudi Pérez. Hombre, en los juegos de alto riesgo siempre puede uno perder, yo qué sé, un zapato. "Junts que finalmente amagó más que golpeó con esa abstención creativa", lo dicho, al estilo cinematográfico del fugado en el maletero de un coche. "Ese rey, como se vio ayer, está desnudo".


En cuanto a Podemos, "su negativa al subsidio solo puede leerse como un golpe brutal contra Díaz. Y es a la vez un mensaje al PSOE: Podemos no negociará con Sumar sino con los socialistas, sus apoyos no están garantizados". Ay, Yolanda, Yolanda. Se ha pasado de frenada, iba de castigadora de Podemos y se ha llevado un ostión (con perdón) de los que hacen época. Y la que le va a caer en Moncloa, cuyos negociadores se dejan las piernas y las orejas corriendo con el móvil pegado de acá para allá, mientras la Yoli se va a la peluquería sin hacer su trabajo.


Así que, visto lo visto ayer, "El Gobierno se replantea el escenario para evitar la agonía parlamentaria: menos decretos y más leyes", cuenta Cué. A disfrutar de Moncloa cuatro añitos sin meterse en más jardines que los estrictamente necesarios. "Con Junts se ha visto una vez más que la desconfianza sigue siendo muy fuerte, y el riesgo de un patinazo es constante. Pero al final siempre acaban entrando". En la investidura hicieron lo mismo, mantener la emoción hasta el último minuto para luego bajarse los pantalones con Sánchez. Ya no engañan a nadie. O sí, a los que quieren dejarse engañar. "El problema más importante ahora es Podemos", que fueron los que se enfrentaron a Sánchez para vengarse de Yolanda. "La guerra de Podemos contra Díaz ya no es solo un problema para ella sino para el Gobierno, al que no le sobra un solo voto". Queremos que la bronca de Sánchez a Yolanda se haga pública, que alguien la grabe, porfi.


En Moncloa, dice Cué, están seguros de que votar con el PP "tendrá un desgaste que les hará reflexionar". Podemos ya no tiene nada que perder. Al contrario, dar puñetazos en la mesa les puede revivir. Yolanda les ha humillado demasiado y los podemitas están que trinan. Ayer tenía Urtasun un cabreo del diez. "El presidente volvió a jugar al límite, y de nuevo ganó en la última curva, aunque no han quedado muchas ganas de repetir la experiencia y todo indica que cambiarán cosas a partir de ahora, aunque nada evitará que haya más jornadas frenéticas, una constante en la política española desde el fin del bipartidismo". Y a Junts se le ha visto el plumero demasiado pronto. Aprietan pero no ahogan.

Como dice Miquel Noguer, "una cosa es aportar suspense y otra bien diferente dinamitar un gobierno recién estrenado. Junts no está en estas, al menos por ahora. De ahí la maniobra consistente en amenazar con noquear a Pedro Sánchez mientras su actuación a la hora de la verdad va en sentido contrario, eso sí, con todo tipo de pirotecnia parlamentaria". "Pese a los discursos incendiarios de algunos de sus dirigentes, Junts quiere una legislatura larga. Aunque disimule bien". Habla en pasado, Miquel, ayer se les cayó la careta de azote de Sánchez.

En el editorial, Pepa Bueno humilla a los payasetes de Junts. "Tras mantener la incertidumbre durante toda la jornada, finalmente no votó, y esa particular forma de abstención salvó el primer gran examen de Pedro Sánchez a cambio de una batería de concesiones, algunas de nuevo cuño, como la transferencia de las competencias de inmigración a la Generalitat de Cataluña, institución que Junts no gobierna. También los datos para la elaboración de las balanzas fiscales o la supresión del artículo 43 bis de la Ley de Enjuiciamiento Civil que figuraba en uno de los decretos y que según Junts ponía en riesgo la ley de amnistía. Una eliminación sin efectos reales porque el contenido del artículo suprimido está en la jurisprudencia europea. La petición iliberal de multar a las empresas que se fueron y no regresan a Cataluña tras el procés se quedó en el compromiso de trabajar para facilitar ese regreso". Vamos, que le dieron a Sánchez otra victoria sin ninguna compensación real. Con muchos aspavientos, eso sí hay que reconocérselo.

ABC

"Junts exprime a Sánchez". Es el relato de la derecha, pero la realidad es que Sánchez se ha ido de rositas. "La Constitución establece que la inmigración que el Gobierno cede a Junts es competencia «exclusiva» del Estado". Y además, como dice El País, Junts no gobierna en Cataluña. "La cesión del PSOE ante los chantajes del separatismo catalán hizo posible salvar, 'in extremis', la convalidación de dos de los tres decretos ley que ayer la Cámara Baja sometió a votación", dice el editorial. Pues eso, salvar a Sánchez, eso es lo que hizo Junts ayer. "El sometimiento de los socialistas a quienes hasta hace poco Sánchez describía como los herederos de Le Pen en España queda definitivamente consagrado". A ver, que les vendió humo. "Un huido de la Justicia como Puigdemont se consagra, una vez más, como el gran triunfador gracias al perverso mecanismo de compensación inaugurado por Sánchez: cuanto mayor debilidad exhiba el PSOE, mayores concesiones estarán dispuestos a aceptar los socialistas". Este editorial sirve para hoy como hubiera servido con los indultos y otras cientos de miles de perrerías del presidente.

"Puigdemont evitó la derrota parlamentaria del PSOE pero a cambio obtuvo reformas legales contra las empresas que huyeron de Cataluña, competencias exclusivas en materia de inmigración propias de un Estado y dinero a raudales", dice Julián Quirós. Pues eso, Puigdemont evitó, una vez más, la derrota del PSOE. Lo de la empresas está por ver cómo lo hacen, lo de la inmigración a ver qué dice Europa, y el dinero es lo que vienen haciendo los gobiernos de todo tipo desde la Transición.

"A pesar de que el Gobierno logró salvar parcialmente los muebles, el desarrollo de la jornada parlamentaria sirvió para demostrar quién manda en el Congreso", insiste Cuartango. "Más importante que el resultado de las votaciones de ayer es la impresión de desgobierno en la Cámara". Bobadas, lo que queda hoy es que Sánchez sacó adelante los decretos. "El PSOE ya sabe lo que puede esperar del PP y de Vox. Pero sus aliados son capaces de apuñalarle por la espalda". La única puñalada la recibió Yolanda. Junts, con muchos fuegos artificiales, facilitó que Sánchez volviera a salirse con la suya.

Luis Herrero se sale de este relato. "Pincho de tortilla y caña a que si digo que Abascal no da un palo al agua, Feijóo es un quiero y no puedo y Sánchez el más astuto de la clase muchos de ustedes se cagarán en mis ancestros. Pues eso". Es lo que tiene contar las cuatro verdades, Luis, que no siempre son bien recibidas.

La Razón

"Junts somete a Sánchez y consigue importantes cesiones". "El desánimo y la desesperación cunden en el Ejecutivo de Sánchez: «Así es imposible gobernar»". Le permite a Sánchez permanecer en Moncloa. Punto. Partido a partido. "Moncloa prevé más votaciones «agónicas» al perder el control de sus socios. La próxima prueba serán los Presupuestos, donde Junts volverá a exhibir su fuerza". Volverá a montar otro bonito espectáculo de luz y color para votar sí en el último momento. "La sensación de la derrota en el Gobierno era ayer más que palpable en el Senado y a pasos agigantados se sumían en una actitud de pesimismo que continúa tras salir del Pleno con dos de los tres decretos aprobados". Es por el estrés, seguro que hoy están mucho más tranquilos. Puchi no tumbará la legislatura. Y lo de Podemos siempre se puede embridar con un ministerio para Belarra.


El editorial, lo previsible. "Si algo ha quedado claro en la sesión parlamentaria, ha sido la extrema fragilidad del sanchismo y el desgobierno al que el presidente y su ambición han conducido a la nación tras consumar el fraude democrático con el contubernio con todos y cada uno de los enemigos de la España constitucional". Eso quedó claro el 23-J, no ayer.

"Los preámbulos y el desarrollo de la sesión han desnudado con dramatismo el sometimiento del Ejecutivo a los designios de un prófugo de la Justicia como Puigdemont. Tras un ejercicio de poder del separatismo golpista tan concluyente como el presenciado, ha quedado expuesta una administración títere en manos de un delincuente".

"La claudicación al chantaje de Puigdemont ha sido tal en este primer mes de gobierno que prueba que Sánchez pagará cualquier precio por el poder, incluidos España, los españoles y la democracia". Otra gran novedad.


"La vendetta de Podemos contra Yolanda Díaz con su no a la reforma del subsidio añade más incertidumbre y zozobra a un periodo de excepción contra el estado de derecho y la convivencia, del que el pleno caótico y circense en el Senado ha sido un pésimo presagio". Esa fue la única sorpresa real de la jornada, y la culpa es de Yoli, que se ha pasado de lista.
"España padece el gobierno más débil y peligroso de la historia con los aliados más indeseables. El sanchismo no respeta el Parlamento ni a la soberanía nacional que simboliza". Sí, esa letanía también nos suena.

José Antonio Vera dice que "si Puigdemont no mordía esta vez, la leyenda del huido se habría desvanecido. Después de tanto ladrar, no tenía más remedio que pegarle una dentellada a Sánchez, que finalmente se quedó en raspadura. Los de Junts se ausentaron o abstuvieron, cual pusilánimes, siempre a medias". Pero nunca dan el paso definitivo, no tienen suficientes agallas, como se vio con la DIU.


"Sánchez logra su objetivo a medias. No fue una debacle plena, pero sabe que su coalición es la del caos, con un enemigo principal, el fugitivo, y uno añadido, Iglesias". "Salvados por la campana". Pero salvados, al fin y al cabo. Y a Pedro Sánchez le gusta vivir al límite.

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