El equipo olímpico de opinión sincronizada, feliz descripción acuñada entre José Ignacio Wert y César Calderón, anda un día después de la humillación de Junts en el Congreso un poco desconcertado, opinando sin saber muy bien a qué argumentario acogerse.
Ángels Barceló, una de las líderes del equipo sincronizado, ha dedicado su editorial en la Cadena SER al fiasco de la votación de la Ley de amnistía. El extracto que recoge el tuit de la SER encajaría a la perfección en lo que ha hecho Sánchez: buscar su propio beneficio —seguir en Moncloa— a cambio de lo que sea.
"Ya va siendo hora de quitarle el poder a alguien que solo busca su propio beneficio"
🎙️ La firma de Àngels Barceló. pic.twitter.com/I1zWLAEUxD
— Hoy por Hoy (@HoyPorHoy) January 31, 2024
Pero no hay que llevarse a engaño. Ángels Barceló, con rabia contenida, le dedica esa frase a Puigdemont, que a diferencia de Sánchez nunca ha disimulado que sólo le interesa lo que le pase a él y la independencia de Cataluña. A los de Junts la gobernabilidad de España, la igualdad y el Estado de derecho no les importa en absoluto. Ellos desmienten una y otra vez el relato del Gobierno, y saben que tienen la sartén por el mango.
Resulta curioso que mientras el Gobierno y su equipo de opinión sincronizada repiten siempre que tienen ocasión que el PP y su presidente, Núñez Feijóo, "están en manos de Vox", la realidad es que es Sánchez el que está en manos de Puigdemont, que tiene un poder que le ha dado precisa y directamente este Gobierno. De estar desahuciado antes del 23-J, la aritmética electoral, la ambición del presidente y su ansia de poder han colocado a los de Junts en una situación de poder y de chantaje del que ahora se queja amargamente Ángels Barceló.
El sermón de Barceló
Comienza su editorial en la SER señalando que ayer "Junts volvió a hacer de Junts", no sólo por mantener la incertidumbre hasta el final sino porque dejó claro que no le interesa la normalización de Cataluña ni, por supuesto, la gobernabilidad de España.
Junts votó que no a una Ley de amnistía que "el PSOE, rozando el límite de lo posible, ha ido alicatando a gusto y necesidades de los independentistas" —reconoce Barceló sin que se le mueva un músculo de la cara, como si fuese normal legislar según las necesidades y gustos de los beneficiarios de esa ley— y concluye que a Junts no le importan los posibles beneficiarios de la norma, que desde ayer tienen un futuro más sombrío.
Luego arremete contra los jueces que retuercen "la interpretación de la ley" y tienen "un protagonismo excepcional, que ha arrastrado al Gobierno a la modificación de una norma cuando esta ya parecía cerrada".
Barceló se pregunta sobre el futuro de la ley, y cuál será la posición de Junts en próximas semanas y qué debería hacer el Gobierno. "El único que ha votado en contra ha sido quien puso la ley como condición para su investidura. El resto ha votado a favor" dejándose "varios jirones de su reputación". Si Junts no cambia de postura, el Gobierno debería decirle "adiós, muy buenas" asumiendo "las consecuencias que esto pueda tener para el resto de la legislatura". Y concluye: "Ya va siendo hora de quitarle el poder a alguien que solo busca su propio beneficio (…) Desde ayer está más claro todavía que lo de Junts va única y exclusivamente de salvar a Puigdemont".
El sermón mañanero de Barceló utiliza, igual inadvertidamente, argumentos que son claramente contradictorios con el relato oficial de Moncloa de que la amnistía tiene por objetivo pacificar Cataluña y mejorar la convivencia. No, la amnistía va sólo de salvar a Puigdemont, como bien señala Barceló, pero para que Sánchez se salve a sí mismo de haber perdido las elecciones, algo que no dice la periodista. Va "única y exclusivamente" de impunidad total a cambio de votos. Cualquier otra justificación cae por su propio peso.