
"Una ley que privilegia a unos pocos frente al conjunto de la ciudadanía nunca podrá ser esgrimida como elemento de pacificación, sino de discordia, como se evidencia en los debates académicos sobre la llamada ley de amnistía, actualmente en tramitación parlamentaria". Con esa contundencia se ha manifestado contra la amnistía el presidente del Tribunal de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos.
El magistrado ha pronunciado esas palabras durante el acto de jura de los 44 nuevos jueces que se incorporarán a juzgados catalanes y que la semana pasada recibieron sus despachos en un acto presidido por el Rey. Junto a Barrientos han participado en la ceremonia la vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Núria Díaz, el fiscal superior de Cataluña, Francisco Bañeres, y la consejera de Justicia de la Generalidad, Gemma Ubasart. Barrientos se ha referido de manera explícita a la proposición de ley de amnistía que preparan socialistas y separatistas y ha declarado también que "la ley o es general o no es ley". Además ha reivindicado "la aplicación efectiva de las leyes en plano de igualdad, sin excepciones ni privilegios, sin espacios de impunidad". Barrientos ha reclamado más recursos al Ejecutivo y a la Generalidad para mejorar la calidad de la justicia y la atención a la ciudadanía.
Barrientos, convertido por el separatismo en una de sus "bestias negras" por los procesos a Quim Torra y Laura Borràs, en este caso por corrupción, entre otros independentistas, será el presidente de la sala que juzgará a partir del próximo 10 de abril a los dirigentes de ERC Josep Maria Jové (el de la famosa libreta Moleskine donde constaba la planificación del golpe de Estado) y Lluís Salvadó, que fueron encomendados por Oriol Junqueras para organizar el referéndum separatista.

