Menú

Óscar Puente no rectifica y compara difamar a Milei con el "me gusta la fruta" de Ayuso

Pese a la crisis diplomática provocada, y siguiendo el guión sanchista, Óscar Puente culpa a la oposición de sus desmanes.

Pese a la crisis diplomática provocada, y siguiendo el guión sanchista, Óscar Puente culpa a la oposición de sus desmanes.
Óscar Puente, ministro de Transportes | Europa Press

El pasado viernes, el ministro de Transportes abrió una crisis diplomática con Argentina, cuando acusó en un acto público al presidente Javier Milei de consumir "sustancias" y de ser "gente muy mala".

Los desmanes verbales de Puente, azote de periodistas y políticos en redes sociales, han conseguido traspasar fronteras y provocar una crisis diplomática entre Argentina y España. A las pocas horas de proferir sus exabruptos, el Gobierno de Milei respondió en un comunicado a las injurias de Puente señalando, entre otras cosas, que "Sánchez tiene problemas más importantes, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia".

Si ya la carta a los ciudadanos del presidente del Gobierno habían colocado la presunta corrupción de su mujer, Begoña Gómez, en los titulares de los periódicos de medio mundo, la falta de contención de Puente colocan esos "problemas" en el centro de la respuesta de un Gobierno para defenderse de las injurias de un ministro de otro Gobierno.

Pero Óscar Puente no es de los que rectifica y pide disculpas. Al igual que su reverenciado líder, "el puto amo" —también en el halago le pierden los excesos—, y otros ministros, que no sólo no rectifican y piden perdón —el caso más reciente son las falsas acusaciones contra la mujer de Feijóo, que el medio que las publicó ha retirado, pero que ni Montero ni Sánchez se han disculpado por utilizar el bulo en el Congreso— sino que siguen, por ejemplo, usando el no caso de corrupción —ha sido archivado por la Fiscalía dos veces, sin ni siquiera abrirse investigación judicial—, del hermano de Isabel Díaz Ayuso para acusar a Feijóo de haber echado a Pablo Casado por querer investigar la corrupción del PP. El bulo perfecto al cuadrado.

Fue precisamente la utilización de este caso por parte de Sánchez en su investidura lo que dio lugar a la popularización del lema "me gusta la fruta". Sin posibilidad de darle la réplica, Sánchez dedicó su intervención en su propia investidura para atacar a los presidentes autonómicos del PP, muy especialmente a Ayuso.

"Su antecesor —dijo Sánchez a Feijóo por Pablo Casado— alertó sobre un probable caso de corrupción por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid y su respuesta fue fulminante: evacuar al señor Casado en un golpe de mano y echar por tierra a ese caso de corrupción de la señora Ayuso". En ese momento, las cámaras del Congreso de los Diputados enfocaron a Isabel Díaz Ayuso, que había acudido a la tribuna de autoridades para seguir la intervención del líder de su partido. "Hijo de puta", parecía que se leía en los labios de la jefa del Ejecutivo regional.

Mezclando churras con merinas, Óscar Puente se ha agarrado a ese incidente para responder a los que ahora le critican por sus injurias contra el presidente argentino. Muy exaltado ha escrito en la red social X: "Cuando la Presidenta de la Comunidad de Madrid llamó hijo de puta al Presidente del Gobierno de España, no leí una sola columna de opinión en los medios de la fachosfera o la bulosfera criticándolo. NI UNA. Tampoco les preocupó el ‘conflicto institucional’. ¡¡FARISEOS!!"

La comparación se cae por su propio peso. El comentario que hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid fue una reacción, en caliente, a la enésima vez que alguien del PSOE y del Gobierno utilizaba el no caso de su hermano para agredirla de forma gratuita, sin que, además, ella pudiese replicar. Fueron las cámaras las que leyeron sus labios, en un comentario que se dijo murmurando y que apenas pudieron oír quienes estaban a su alrededor. Hay una agresión previa, una reacción en caliente y la transformación de esa reacción en un lema irónico.

Por el contrario, lo de Óscar Puente ha sido una declaración pública en un auditorio lleno de gente —durante la inauguración de la III Escuela de Gobierno del PSOE de Castilla y León—, sin que mediase provocación previa, en la que injuria gravemente a un presidente de Gobierno de un país amigo y provoca una crisis diplomática.

Temas

En España

    0
    comentarios