
El Mundo
"El PP excluye a Vox del pacto con el PSOE para la Junta Electoral Central en plena guerra con Abascal". Bueno, más bien Abascal le ha declarado la guerra al PP y a todo aquel que ose criticarle. No tiene nada que envidiar a Sánchez. Ni en matonismo tampoco. "Vox confía en los barones del PP para rechazar el reparto de menores y evitar la ruptura total en las autonomías. Feijóo ignora el nuevo órdago del partido de Santiago Abascal, pero su equipo no lo ve, por primera vez, un farol total". Y menudo tonito amenazador. Lo dicho, igualito que Sánchez.
Jorge Bustos se mete con nuestros Kichrner. "Cuando decimos que Pedro y Begoña son horteras no aludimos a su imagen sino a su psicología". "En efecto, la suya es la historia de un complejo aspiracional que termina reventando las costuras del PSOE, el local decimonónico donde Pedro se colocó de mozo. Él aspiraba a más, pero para el partido era solo el guapo entre los chicos de Pepiño. Y como el resentimiento fermenta mejor en compañía, Begoña se convirtió pronto en la aliada perfecta de la conspiración de sigla. Cuando lo echaron de Ferraz, juntos juraron no volver a pasar hambre". "Del abuso de palacios y aviones a la cátedra sin estudios; de la envidia de las damas del Ibex al numerito de la carta enamorada o al despliegue policial en el juzgado. Todo en la huida hacia adelante de esta pareja remite al mismo melodrama hortera, nutrido de revanchas insaciables, ayuno de otra ideología que el espejo. Se empieza traficando con influencias y se acaba alardeando de mal gusto". Y por cierto, doña Begoña ¿su abogado no la ha invitado aún a acompañarle al baño?
En cuanto al follón francés, Raúl del Pozo piensa que los franceses están locos. "Siempre pasa igual: les dejan que ganen en la primera ronda y se asustan en la segunda". Mira que son raros. Primero, hala, a votar a Le Pen a muerte y una semana después a votar todo lo contrario. Y, como dice Raúl, esto ya ha pasado más veces. A ver si se aclaran. "Es la tragedia de la emigración la que está cambiando el mundo".
El País
"El juez archiva el caso Tsunami al ser desautorizado por la Audiencia". "El tribunal considera que se prorrogó la instrucción fuera de plazo y que todo lo acordado desde entonces, incluido la petición de imputar a Puigdemont, queda anulado".
El editorial mete prisa con el tema de los menores llegados a Canarias. "Los servicios de acogida de menores migrantes no acompañados en Canarias se encuentran en situación de colapso desde octubre. Los centros están desbordados y en ellos la situación es de hacinamiento, con derivadas como malos tratos, falta de personal, educadores sin la formación adecuada, menores sin escolarizar…". "Canarias ha recibido a la mitad de todos los menores extranjeros sin familia que han llegado a España en el último año y medio, una situación imposible de asumir por ningún territorio".
"El Gobierno canario y el central quieren aprobar una reforma de la ley de extranjería que obligue al resto de comunidades a acoger a un número determinado de menores". Y dichas estas cosas que desbordarán las lagrimitas de la Intxaurrondo, a lo que van, a machacar al PP.
"Los cambios legislativos necesitan del apoyo parlamentario del PP, que mantiene un doble discurso francamente intolerable cuando hablamos de una cuestión de derechos de los menores. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha rescatado la expresión "efecto llamada", mientras su número dos en el Congreso, Miguel Tellado, pedía la intervención del Ejército para impedir la llegada de cayucos a las islas (sin concretar cómo), haciendo suyo el discurso de Vox". El Ejército ha intervenido por orden del Gobierno socialista en otras ocasiones. Y lo del efecto llamada lo admitió hasta Zapatero. Pero vaya, que ahora es el PP el que tiene la culpa del problema de la inmigración en toda Europa.
"La petición de corresponsabilidad y solidaridad de Canarias no es de izquierdas ni de derechas, sino una cuestión de derechos humanos. Es hora de que el Gobierno, las comunidades y todos los partidos den a Canarias una respuesta de Estado inaplazable a esta crisis".
David Trueba se centra en Reino Unido. "Keir Starmer ha sabido esperar a que el pueblo británico se dejara caer en sus brazos, asqueado de esos liderazgos carismáticos pero viscosos que no dejan tras de sí más que mentira y desgobierno". A ver si toman nota los españoles que votan a Sánchez.
ABC
"García-Castellón archiva la causa de Tsunami por su error de un día al prorrogar la causa en 2021". Lo que faltaba, errores judiciales. "Todo apunta a que al ex presidente catalán no le hará falta la amnistía para librarse de la imputación por terrorismo. Le bastará un retraso judicial de solo 24 horas". ¿Y se dan cuenta ahora?
"La decisión de la Audiencia Nacional de anular la investigación sobre Tsunami Democràtic desde el 29 de julio de 2021 exige una valoración ponderada de todas sus consecuencias. La primera, sin duda, es que se trata de un serio reproche al instructor, el magistrado García-Castellón, por no haber prorrogado a tiempo el plazo de la instrucción", dice el editorial.
"Esta decisión demuestra que la justicia ordinaria cuenta con filtros internos suficientes para proteger las garantías y los derechos de las personas investigadas en un proceso penal. La propaganda del Gobierno y sus socios contra los jueces, como el que investiga a Begoña Gómez, pretende alzar al Tribunal Constitucional como el salvador y garante de los derechos los ciudadanos, frente a la amenazante actividad de los nuevos inquisidores encarnados en jueces de instrucción.. Afirmación falsa donde las haya, porque la justicia ordinaria en España, con sus errores y retrasos, tiene un alto sentido del garantismo, especialmente en el proceso penal".
De Francia habla Cuartango. "Dos cosas son ciertas tras las elecciones del domingo en Francia. La primera es que la ultraderecha ha quedado lejos de sus expectativas. Y la segunda es que los resultados arrojan un escenario de ingobernabilidad". Cada vez se parecen más a España. Y eso que tienen la ventaja de la segunda vuelta.
La Razón
"El órdago de Vox por la inmigración que no amarga a Génova". "La ruptura de los gobiernos de coalición alarma a algunos barones, pero seduce en el ámbito nacional". No se puede gobernar así. Al contrario que el PSOE, que se ha mimetizado con la extrema izquierda, el bilduetarrismo, el golpismo y todo tipo de nacionalismos, el PP no está por la labor de arrodillarse ante Vox.
"Vox está haciendo llegar a algunos de los barones del PP con los que tiene relación –a nivel nacional está rota–, el mensaje de que esta vez van en serio y romperán los acuerdos, con el efecto desestabilizador que de esta decisión se deriva ya que el PP necesita los votos de Vox para sacar adelante sus Presupuestos. La recepción a nivel autonómico del órdago de Abascal es variada, y los hay más preocupados, y otros que se limitan a despejar balones fuera con el argumento de que cada uno es responsable de sus decisiones". Pues venga, Abascal, rompe de una vez por todas, que ya estamos hasta la coronilla de tu matonismo. Es que son dos gotas de agua, Sánchez y Abascal.
José Antonio Vara advierte a Francia sobre la ultraizquierda. "No hay que ser muy visionario para percatarse de que lo que le espera a Francia es aún peor que aquello que los augures del apocalipsis vaticinan con Le Pen. Algo parecido a lo de aquí: persecución a la prensa y a los jueces, acabar con la división de poderes, políticas de género enloquecidas, endeudamiento creciente y dispendio en el gasto con subvenciones y subsidios para atar el voto cautivo. La izquierda de Mélenchon no es democrática, sino soviética, frentista y guerracivilista". O sea, Sánchez. "Se ve que Macron lo prefiere a Marine Le Pen, y va a cometer el error de olvidar los motivos por los que ésta sube hasta representar al treinta por ciento del electorado. Marginar a un porcentaje tan relevante de franceses no parece gran idea". El muro de Sánchez.
"Pensar que la inseguridad y la inmigración ilegal no son un problema por el hecho de que se ocupen de ella partidos como Vox, es no saber lo que está pasando en Europa y España. Pueden levantar todos los muros y cordones sanitarios que quieran, porque inevitablemente va a llegar un momento en el que la presión de la calle será más fuerte que la propaganda". Y por eso, precisamente por eso, Vox se mantiene con la ayuda de Sánchez.