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Marlaska se atrinchera en el Senado: no sabe nada de la corrupción y todo se hizo bien con las mascarillas y Delcy

El ministro no va a dimitir y se entera de todo por los resúmenes de prensa del Ministerio. Bochorno con la intervención del PSOE.

El ministro no va a dimitir y se entera de todo por los resúmenes de prensa del Ministerio. Bochorno con la intervención del PSOE.
Fernando Grande Marlaska justo antes de comparecer en el Senado por el caso Koldo. | EFE

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha comparecido este jueves en la Comisión del Senado que investiga los contratos públicos realizados durante la pandemia de coronavirus en los que intermedió Koldo García Izaguirre, mano derecha durante años del exministro de Fomento y ex número dos del PSOE, José Luis Ábalos, y que ahora están salpicados por las investigaciones de corrupción y cobro de comisiones ilegales en los tribunales.

Durante algo menos de dos horas y medio, se ha atrincherado tratando de que parecer ajeno a un escándalo de corrupción que salpica directamente a su departamento –pues se firmaron varios contratos con las empresas investigadas– y que ha puesto de manifiesto que la trama mafiosa habría conseguido infiltrarse dentro de la estructura de la Guardia Civil, de la que recibió ayuda en modo de teléfonos encriptados para tener comunicaciones seguras.

El mensaje del máximo responsable de la seguridad pública en España fue claro durante todo el interrogatorio: él no tenía conocimiento de la trama corrupta de Koldo García y todo lo que está relacionado con el Ministerio del Interior está bien hecho, según marca la ley. Y esto incluye tanto los contratos firmados con la trama como la gestión del denominado caso Delcy, íntimamente relacionado con la trama corrupta que se investiga.

Y si algo tuvo claro Fernando Grande Marlaska durante toda su comparecencia es que no tiene motivo alguno para dimitir, por mucho que se lo pidiese el popular Luis Javier Santamaría, muy aguerrido durante su parte del interrogatorio. Si algo se hecho mal durante su gestión al frente del Ministerio del Interior serán los tribunales quienes lo digan y deberán pagar por ello las personas implicadas, pero él no piensa asumir responsabilidades políticas.

No conoce a Aldama, el hombre clave

De la trama corrupta investigada ha querido dejar claro que sólo conocía de verdad a Ábalos. "Nunca sospeché que podría estar relacionado con negocios turbios. A quien más le ha podido doler es a quienes hemos compartido gobierno con él. Dejemos que se desarrolle la causa judicial. A mí no me consta que hubiera ningún conocimiento al respecto de sus actividades", ha dicho sobre el que fuera su compañero en el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez.

De Koldo ha mantenido que sólo lo conocía de vista, porque había acompañado al exministro de Transportes y ex número dos del PSOE a actos institucionales y políticos. "Conocí a Koldo Aguirre como asesor de Ábalos. Compartí actos con Ábalos donde estaban sus asesores, entre ellos Koldo García. En modo alguno fui advertido de las actividades de Koldo. La relación que tuve con Koldo fue como asesor de Ábalos", ha mantenido.

A quien quiso dejar claro que nunca ha conocido es a Víctor de Aldama, hombre clave de la trama corrupta de los contratos de mascarillas, relacionado directamente con el rescate de Air Europa que salpica a Begoña Goméz, comisionista relacionado con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, que estuvo en el polémico encuentro con Ábalos en el aeropuerto de Madrid-Barajas, y al que un topo en la Guardia Civil le facilitaba teléfonos seguros.

"No conozco a Aldama. No sabía que estuvo con Ábalos en el aeropuerto de Barajas. No sabía que estaba dado de alta en las bases de datos del Ministerio del Interior. Sería harto difícil que yo supiera todos los colaboradores de las Fuerzas de Seguridad del Estado, pero si lo supiera tendría que ampararme en el secreto oficial. Si tiene dudas le pediría que pida la desclasificación de los documentos", ha dicho.

¿Auditoría por los contratos con la trama?

El ministro ha mantenido que los contratos sobre mascarillas firmados con las empresas de la trama Koldo-Aldama fueron legales y se hicieron siguiendo los procedimientos previstos por la ley. "La compra de las mascarillas está perfectamente explicada. Las circunstancias excepcionales provocaron la necesidad de buscar material haya donde hubiese. En este caso, en China", ha dicho Marlaska.

"Yo no intervengo en las contrataciones, pero todo lo que se hizo fue correcto. En el Centro de Coordinación (CECOR) se conoció que había empresas que podían traer el material, que a través de ADIF y Puertos del Estado podría haber una forma segura de acceso al material. Nosotros pedimos a Puertos y Adif que ampliaran su petición de material para que nos llegara a nosotros", ha explicado el ministro.

Lo que no consiguió explicar es cómo llegó el teléfono de Koldo García a las manos de los altos cargos de Interior. Un hecho que tampoco han sabido o querido explicar otros comparecientes de su departamento que han pasado por esta comisión, como el entonces Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad, el excomisario Daniel Belmar, o el todavía director general de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, el excomisario José Antonio Rodríguez González ‘Lenin’.

Su seguridad en la legalidad de estos contratos es tal que considera que no ha considerado que es necesario poner en marcha una auditoría para conocer todos los aspectos clave sobre estos acuerdos. Así se lo dije directamente a la senadora de UPN María del Mar Caballero y a la senadora de ERC Sara Bailac Ardanuy. "Entiendo que no es necesario hacer una auditoria en el Ministerio", ha dicho.

Infiltración en la Guardia Civil

Respecto a la infiltración de la trama corrupta en la Guardia Civil, el ministro del Interior ha dicho que desconoce los hechos, las investigaciones que estaba llevando a cabo la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado, y ha mantenido que no ha solicitado los informes policiales para conocer cómo estaba discurriendo, sino que se va enterando de los hechos a través de los resúmenes de prensa que le entregan en el Ministerio.

"Desconozco el proceso de la Guardia Civil para facilitar esos teléfonos móviles seguros. Desconozco por qué aparece Aldama en las bases de datos de la Guardia Civil ni quién le dio de alta. Yo desconocía la investigación que se estaba realizando en Hacienda", ha dicho sobre los teléfonos móviles encriptados que se facilitaron desde el Servicio de Información del Instituto Armado a algunos de los miembros de la trama como Víctor de Aldama.

Lo que sí ha dicho es que en cuanto se supo que había un comandante de la Guardia Civil imputado por colaborar con la trama se le cesó del puesto de asesor al que había sido enviado a la embajada de España en Venezuela. "Si eso fuera así habrá que investigarlo y los responsables tendrán que responder. Para eso están las unidades de asuntos internos. Si alguien tiene responsabilidad se dilucidarán en los tribunales", ha mantenido.

También intentó salvar al exdirector general de la Benemérita, Leonardo Marcos, de la sospecha de haber dado el chivatazo a Koldo García de que la trama estaba siendo investigada por el cuerpo policial que dirigía en esos momentos: "El cese del director de la Guardia Civil no fue cese, él pidió dejar el cargo para volver a su actividad profesional, por razones personales y familiares".

El caso Delcy y el bochorno del PSOE

El ministro del Interior también mantuvo en todo momento que su departamento actúa bien en todo lo relacionado con la presencia de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, a nuestro país pese a que tenía prohibido por la Unión Europea entrar en el espacio Schengen. "No hay parte de la Comisión Europea por incumplimiento. Yo di la indicación de que no pisara suelo español y no lo pisó", aseguró.

Eso sí, no fue capaz de explicar las diversas contradicciones que el Gobierno ha dado sobre la estancia de Delcy Rodríguez en Barajas, sobre si se le pidió el pasaporte o no, sobre si estuvo en la zona de autoridades o no, o sobre si descargó un importante número de maletas de contenido desconocido en nuestro país. Es más, justificó no haber entrega al PP los informes clave de esa noche realizados por la Policía Nacional y la Guardia Civil.

El ministro sólo tuvo que responder durante su comparecencia a los senadores de UPN, Vox, ERC y PP. El senador del PSOE, José Latorre, aprovechó su turno de intervención para ensalzar la actitud del Gobierno cuando se destapó el escándalo, mostrar la disposición de su partido a que todo se aclare y a criticar al PP por corruptelas pasadas. "¡Qué duro ha sido!", se escuchó con sorna desde los bancos de la oposición cuando acabó su intervención, que el portavoz del PP, Luis Javier Santamaría, calificó con ironía de "simpática" cuando accedió a su turno de palabra tras la intervención del socialista.

Algunos de los partidos que sustentan la mayoría gubernamental ni siquiera mandaron a sus representantes a la comisión como fue el caso de Izquierda Confederal (Más Madrid, Geroa Bai y Compromís) o de Junts. La senadora del PNV, Estefanía Beltrán de Heredia se limitó a decir que sólo había ido a la comparecencia de para escuchar al ministro, pero que no iba a participar realizando preguntas.

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