El Gobierno presidido por Pedro Sánchez ha puesto el foco en los últimos días a las universidades privadas en el foco al tildar su vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, acusase a los estudiantes de los centros privados de "comprarse" el título. Un argumento que siguió el jefe del Ejecutivo al asegurar que "las universidades no pueden ser máquinas expendedoras de títulos universitarios" ni "chiringuitos educativos".
Por ello, Libertad Digital ha salido a la calle a preguntar a los españoles si creen que las universidades privadas regalan los títulos universitarios. Para ello, nos hemos trasladado hasta el centro empresarial de la capital, las cuatro torres, donde, además, se encuentra una de las universidades privadas más prestigiosas del país.
"Viendo lo pocos competentes que son, entiendo que piensen que la culpa es de la universidad que han estudiado", ha explicado una chica a este diario sobre la hipocresía que demuestra que el Gobierno critique a estas entidades cuando varios de los ministros y dirigentes socialistas se hayan formado en universidades privadas. Así, esta estudiante de universidad privada ha explicado que ve complicado que la formación sea menor, puesto que en las privadas es obligatorio ir a clase.
En el mismo sentido se ha pronunciado otro de los entrevistados por LD: "No creo que me regalen el título". Algo que opinaban tanto los estudiantes de la universidad privada como los de la pública, que señalaron que, a pesar de los diferentes tipos de enseñanza, no quería decir que el título de la universidad privada fuera "regalado".
Un experimento social
Asimismo, este diario ha querido realizar un experimento social presentando a los encuestados dos currículum: uno de una chica que habría estudiado el Grado de Derecho en una universidad pública y habría realizado un Master de Derecho Corporativo en la misma entidad, y otro de otra chica que tendría la misma formación pero en una universidad privada. Ambas tendrían también la misma experiencia. Así, al ser interrogadas por este diario sobre si alguna de las dos partía de una mejor posición para adquirir un nuevo empleo, la mayoría respondieron que ninguna de las dos tenía prioridad sobre la otra.