
La investigación de la UCO y las últimas declaraciones de responsables de las sociedades públicas afectadas en la comisión de investigación del Senado han permitido hacer un dibujo preciso de cómo fue la contratación de Jésica, la prostituta que José Luis Ábalos colocó en dos cargos públicos. Y fue de una forma rápida y casi surrealista: en sólo una semana, con requisitos ad hoc que permitían aprovechar sus enchufes previos y sin comprobar su curriculum.
La UCO y la propia declaración ante la Justicia de Jésica dieron las primeras pinceladas: no iba a trabajar salvo si la llamaban. Y eso no ocurría habitualmente. No se "manejaba con el ordenador" -como afirmó el hermano de Koldo García Izaguirre- pero se le contrató como auxiliar administrativa. Y si alguien preguntaba por sus horarios recibía un mensaje de que debía "dejar de molestar" a la "sobrina del ministro". La existencia de estos últimos mails ha sido certificado hasta por el presidente de Tragsa, Jesús Casas Grande, una de las sociedades públicas afectadas.
Pero la cosa ha ido a más con la declaración del director de Tragsatec, Juan Pablo González Mata.
El primer enchufe
Hay que recordar que Jésica, elegida por el entonces ministro Ábalos en un catálogo de prostitución, fue enchufada, primero, en Ineco -dependiente del Ministerio del que fuera número dos para todo de Pedro Sánchez- y, más tarde, en Tragsatec, dependiente de Tragsa y de la SEPI, bajo responsabilidad final de María Jesús Montero.
Pues bien, en Tragsatec se aprovechó hasta el primer enchufe: fue llamada para confirmarle su contratación "después del 23 de febrero de 2021". Y esta fecha es decisiva porque ese mismo día 23 de febrero, Jessica mandó un mensaje a Ábalos diciéndole que el domingo siguiente terminaba su contrato en Ineco. Ábalos mandó ese texto a Koldo pidiéndole que la colocara de urgencia en otra empresa pública. Y, dicho y hecho, Jésica pasó directamente de finalizar su contrato en Ineco el 28 de febrero, a incorporarse a Tragsatec el 1 de marzo.
El director de Tragsatec defendió que "todos los trabajadores que entran a trabajar en Tragsatec, en el Grupo Tragsa, tienen que pasar por un proceso de selección que atiende a los principios de publicidad, mérito, capacidad y concurrencia". Pero, ¿cómo fue el de Jésica?
Su "ventana" de contratación se publicó el 1 de febrero de 2020, antes de su mensaje a Ábalos. Se exigieron perfiles administrativos, con una titulación acorde y, atención, una experiencia de un año en trabajos en empresas públicas o de gestión de expedientes y un año de experiencia en el sector ferroviario. Algo que fue aprovechado por Koldo, porque ese requisito se adaptaba a la perfección al de Jésica, que venía de su enchufe en Ineco, también gracias a Ábalos.
Celeridad en el proceso de contratación
A ese proceso de selección se presentaron 177 candidatos, de los cuales, nueve cumplían los requisitos imprescindibles en la primera fase; los nueve superaron la fase de valoración de méritos, y dos superaron la fase de valoración técnica de la unidad organizativa.
¿Cómo se presentó Jésica? Por medio de la página web del Grupo Tragsa, casi como el hermano de Pedro Sánchez que aseguró haber visto la oferta por Internet. Y, sobre todo, sea como sea, no fue de forma personalizada: se hizo por medio del grabado de sus datos en la web.
El día 23 de febrero se movió todo, porque el proceso seguía abierto. Y en una semana clavada -del 23 de febrero al 1 de marzo- la contratación estaba cerrada y ella admitida. Del martes al lunes siguiente. Celeridad plena.
Le contó como mérito el trabajo no efectuado en Ineco, donde había sido enchufada por Ábalos. "La información de que no fuera a trabajar a esa empresa pública no me consta", así respondió el directivo de Tragsatec a la pregunta de si no se había confirmado lo que había pasado en Ineco.
Es más, igual respondió al proceso de comprobación del curriculum:
- "En el proceso de selección, aparte de postularse en la página web e inscribirse, se tiene que pasar una fase que consiste en responder un cuestionario; tiene que presentar un currículum en el que aporta la experiencia que tiene, y lo que hace nuestro departamento de selección es verificar que ese currículum se adecúa a esos perfiles".¿Pero se comprobaron los datos y su veracidad? "Lo que no podemos hacer es dudar de lo que pone en un currículum una persona, y para eso, se hacen varias pruebas y se rellenan varios cuestionarios", afirmó el director de la sociedad pública.
Las guinda a este pastel la pone el control horario de su labor: se trataba de una persona adscrita a la presidencia de Adif, dependiente en última instancia de Ábalos. Y el control del cumplimento de las horas lo hacía Adif. Sí, la sociedad controlada por Ábalos. Sí, el ministro que eligió a Jésica en el catálogo de prostitución.
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