El informe de la UCO retrata unas relaciones más que estrechas entre Santos Cerdán y el responsable de Servinabar. Antxon Alonso Egurrola es el dueño de la citada Servinabar, empresa registrada por la UCO hace unos días con motivo de las investigaciones sobre la trama del PSOE en Navarra. Antxon Alonso no sólo ha trabajado como constructor: también lo ha hecho como asesor de proyectos muy significativos ante el Gobierno de Navarra, controlado por los socialistas y por una de las personas de la máxima confianza de Cerdán -María Chivite-. Pues bien, como ya ha publicado Libertad Digital, Alonso ha asesorado a la minera Geoalcali. Pero también lo ha hecho para Forestalia, todo un clásico de las empresas bendecidas por las licencias eólicas socialistas, especialmente en Aragón.
Los proyectos de Forestalia
Los registros de reuniones mantenido en los últimos años por la presidenta socialista de Navarra, María Chivite, y por el consejero de Desarrollo Rural, José María Aierdi -compañero a su vez de otro consejero, Óscar Chivite, tío de la presidenta navarra. Geoalcali impulsó el proyecto Mina Muga entre Sangüesa (Navarra) y Urdués de Lerga (Aragón) con el objetivo de extraer potasa. El informe de la UCO revela que ese proyecto dio cabida a Servinabar, creada en las mismas fechas del comienzo del proyecto.
Por lo que respecta a Forestalia, esta firma promovió la construcción de una línea de alta tensión entre Zaragoza y Vizcaya que pasaba por Navarra. Forestalia dispone de una inversión en parques eólicos en Zaragoza de 1.500 MW y necesita una infraestructura que le permita comercializar su producción. Traducido: para Forestalia es decisivo el poder disfrutar de esta infraestructura y necesita de los correspondientes permisos administrativos.
Creación de sociedades
Forestalia es una clásico de las relaciones empresariales con gobiernos socialistas, en concreto del último del PSOE en Aragón. Allí, la familia Sumelzo, a la que corresponde una de las diputadas de máxima confianza de Pedro Sánchez –Susana Sumelzo– llegó a aparecer en el historial de más de 20 sociedades verdes. Los Samper, encabezados por Fernando Samper –máximo responsable de Forestalia– batieron aquella marca: llegó a un entramado total de casi 850 sociedades eólicas o solares, todas, por supuesto, con sus respectivos permisos y licencias oficiales. De hecho, resulta difícil dar una cifra exacta del entramado que llegó a tener porque creaba una sociedad por cada proyecto eólico o solar con el fin aparente de poder venderla a una gran eléctrica una vez conseguidos todos los trámites públicos. Se trataba de toda una red de alta rentabilidad y especulación que dependía, en buena medida, para su generación de valor de saber que contaban con los permisos del Gobierno regional, en aquel momento, en manos de Javier Lambán. Y ahí es donde aparecieron dos familias del entorno de máxima confianza del Gobierno socialista autonómico y del Gobierno de Sánchez.