El ingreso en prisión del hombre fuerte del sanchismo con los separatistas catalanes y vascos ha sembrado el pesimismo en Junts e incluso en ERC, a pesar de que Santos Cerdán ejercía de interlocutor con Carles Puigdemont, pero no con Oriol Junqueras. Los contactos entre socialistas y separatistas no han parado a pesar del cese de Cerdán y las revelaciones sobre sus actividades económicas como secretario de Organización del PSOE, pero en el independentismo se da prácticamente por concluido un ciclo.
El PSOE todavía no ha ofrecido a Puigdemont un sustituto de Cerdán para las negociaciones que se llevan a cabo en Suiza. Este pasado fin de semana se han vuelto a reunir socialistas y golpistas. José Luis Rodríguez Zapatero encabezaba la delegación socialista, pero Puigdemont se niega a que sea el sustituto de Cerdán. No se fía del expresidente del Gobierno.
Además, el prófugo considera que nadie puede ejercer el papel de Cerdán, al que atribuyen haber logrado que el PSOE asumiera su relato sobre el golpe de Estado, plasmado en el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez firmado entre el PSOE y Junts en Bruselas el 9 de noviembre de 2023. La firma del PSOE es la de quien era su secretario de Organización y la persona de más confianza de Pedro Sánchez.
"Sánchez le debe la Moncloa"
En Junts no se cansan de repetir estos días que Pedro Sánchez le debe la presidencia a Santos Cerdán, que fue Cerdán quien disipó todas las dudas y venció todas las reticencias de Puigdemont. También atribuyen su ingreso en prisión a una represalia por su papel determinante en los pactos con los independentistas. Esa es también una de las líneas de defensa del propio Cerdán, la persecución política de quienes no se resignan a que Puigdemont sea amnistiado.
Con Cerdán al frente del equipo negociador de Sánchez, Puigdemont logró un acuerdo sobre el traspaso del control de fronteras y las competencias en inmigración que está pendiente de ratificación en el Congreso. Con Cerdán también se han intensificado las gestiones del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para que el catalán sea idioma oficial en la UE. A pesar del fracaso, en Junts se mostraron muy gratamente sorprendidos por la intensidad del ministro en defensa del catalán.
Se da por cerrada la carpeta de la amnistía a pesar de que está pendiente la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que podría pronunciarse a mediados de este mes. Junts considera que ha logrado todo lo que se podía lograr menos un acto de fuerza que imponga al Tribunal Supremo la aplicación de la ley a Puigdemont. La decisión final sobre si la malversación es amnistiable se adoptará en Europa.
En cuanto al referéndum, aseguran que Cerdán se estaba mostrando igual de flexible que siempre. Cauteloso, prudente, pero optimista.
El cupo catalán, en el alambre
En ERC ha cundido parecida impresión. Con Cerdán en la cárcel, el panorama para el independentismo empeora notablemente. La principal preocupación de ERC ahora es la "financiación singular" de Cataluña, también motejada de "cupo catalán" y concierto catalán por su similitud con el concierto vasco y el régimen foral navarro. Esa carpeta se complica además por el hecho de que requiere la participación del Gobierno y del Govern, así como una ulterior aprobación en el Congreso. De momento, la bilateral entre el Gobierno y la Generalidad se ha fijado para el 14 de julio. De ahí debe salir un documento pactado con el nuevo sistema que implica, sí o sí, que la Generalidad gestione y recaude todos los impuestos.
Sin embargo, en ERC se muestran muy precavidos. Desconfían de la capacidad socialista para asumir ese compromiso, que se firmó para la investidura de Illa, no para la de Sánchez. Consideran que la situación es tan extremadamente grave en estos momentos para los socialistas que la última de sus prioridades es satisfacer a sus socios cuando ni siquiera saben cuánto podrán resistir al aluvión de noticias sobre la corrupción sanchista.