
El imparable avance demoscópico de Aliança Catalana (AC), la formación independentista contraria a la inmigración magrebí, está propiciando notables dosis de confusión en la derecha separatista. Alcaldes y cargos municipales de Junts se ofrecen discretamente al partido que lidera la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, mientras la formación de Puigdemont vive pendiente de los designios del prófugo y cae en picado en las encuestas.
Ante semejante situación, ya hay quien aboga por desactivar el cordón sanitario contra Orriols. Es el caso de Artur Mas, quien ha señalado que "la experiencia nos enseña que los cordones sanitarios son un error porque lo único que hacen es victimizar a este tipo de partidos y conseguir que crezcan". "Insistir siempre en las líneas rojas es muy atractivo, pero yo soy más partidario de las líneas verdes, es decir, dónde están los puntos de acuerdo, de pacto y de negociación".
En una entrevista en el canal catalán de TVE y sin dejar de hablar de Aliança Catalana, Mas ha llegado a manifestar que "el partido de Orriols dice cosas que ya decíamos nosotros hace veinte años, como que aquí no cabe todo el mundo". En ese momento, la periodista ha objetado a Mas que "también decían que Cataluña es un un país de acogida", a lo que este ha replicado que "evidentemente, es que una cosa no contradice la otra. Que no cabe todo el mundo quiere decir que no nos podemos convertir en un país donde hay un descontrol absoluto respecto a la llegada de personas que vienen de fuera".
🗣️ "Ara Aliança Catalana diu això, però alguns fa 20 anys ja dèiem coses com: No hi cap tothom en un país com Catalunya"
☕ Artur Mas creu que hi ha un "gran descontrol" en l'arribada de migrants
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— Cafè d'idees (@cafedidees_rtve) November 26, 2025
Prefiere no militar en Junts
Mas, que dice no militar en Junts para mantener su estatus "institucional" de expresidente, considera que el partido de Puigdemont debería abrirse a lo que ha calificado como "grandes pactos de país", en alusión a Cataluña, en materias como la inmigración, la vivienda, la financiación y la fiscalidad. Esa sería otra de las líneas rojas que la formación posconvergente debería descartar, llegar a acuerdos con el PSC de Salvador Illa para evitar que los socialistas se echen en brazos de la extrema izquierda de los Comunes y de ERC.
Puigdemont guarda silencio. No ha reaccionado a la encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), el CIS catalán, en la que Orriols alcanza ya a Junts en número de diputados, 19-20, partiendo de sus dos escaños actuales. El portavoz posconvergente, Josep Rius, se salió por la tangente al ser preguntado por la cuestión al afirmar que la encuesta válida son las urnas. Mas sí que ha hablado para dar un mensaje de apoyo. Quedan dos años y medio para las autonómicas catalanas. "En dos años y medio pueden pasar muchas cosas. Hay tiempo para rectificar, para hacer algo", ha indicado.
También se ha quejado porque Jordi Pujol, su mentor, no haya sido exonerado del juicio en la Audiencia Nacional a pesar de los informes forenses sobre su delicado estado de salud.

