
Los hijos del fundador de Mango, Isak Andic, y su pareja durante los últimos seis años, Estefanía Knuth, están cerca de cerrar un acuerdo que pondría fin a casi un año de tensiones familiares por la disputa de la herencia tras su muerte hace un año.
Tras meses de negociaciones y desencuentros, los tres hijos y herederos del empresario, Jonathan, Judith y Sarah, han ofrecido incrementar la cantidad prevista en el testamento, que podría ascender de cinco millones de euros a 27 millones en total, lo que supone añadir 22 millones sobre lo originalmente establecido.
El conflicto surgió tras el fallecimiento de Andic a los 71 años, el 14 de diciembre de 2024, durante una excursión en Montserrat. Aunque el testamento dejaba a Knuth cinco millones de euros, ella consideró insuficiente la cifra y reclamó inicialmente una cifra mucho mayor de hasta 70 millones, lo que abrió un prolongado enfrentamiento entre ambas partes.
Durante 2025 se realizaron varias rondas de negociación, interrumpidas en otoño y retomadas recientemente tras una reclamación previa presentada por Knuth ante los tribunales civiles. Con el paso del tiempo, la distancia entre las partes se ha reducido, acercando finalmente la oferta y la demanda.
La negociación se está realizando mediante el MASC (Medio Adecuado de Solución de Controversias), un mecanismo legal previsto para evitar litigios prolongados, que busca resolver las diferencias antes de que lleguen a juicio. La reclamación de Knuth se basa en un derecho sucesorio catalán de la "cuarta viudal" que protege a las parejas de hecho, asegurando una parte suficiente de la herencia, hasta una cuarta parte, para mantener su nivel de vida tomando en cuenta sus recursos y necesidades, similar a una pensión compensatoria para cónyuges.
Isak Andic, fallecido a los 71 años, era considerado el hombre más rico de Cataluña, con una fortuna estimada en 4.500 millones de euros según Forbes. Su testamento contemplaba un reparto equitativo entre sus hijos y legados específicos a ciertas personas, incluyendo los cinco millones inicialmente destinados a Knuth.
Este acercamiento económico se produce mientras Knuth participa y declara como testigo en la investigación policial sobre la muerte de Andic. Su hijo mayor Jonathan, presente durante la excursión que terminó en tragedia. Los Mossos d’Esquadra mantienen al primogénito como sospechoso de un posible delito de homicidio, aunque la hipótesis de accidente sigue vigente.
La familia, mientras tanto, centra esfuerzos en cerrar la disputa económica y superar las tensiones surgidas tras la pérdida del empresario.



