
En la tensa reunión de la Ejecutiva del PSOE extremeño en que Miguel Ángel Gallardo terminó dimitiendo, el expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, intervino para lanzar una propuesta: la de la abstención del PSOE para facilitar la investidura de la popular María Guardiola y que Vox no entre en el Ejecutivo. Ibarra habló de la aritmética que dejaron las elecciones del domingo, desoladoras para el PSOE, y apostó por esa opción para que Guardiola no tenga que pactar con los de Abascal.
Aunque medios como El Mundo apuntan que Ibarra no estaría solo en esta propuesta, dirigentes del partido como el secretario provincial del PSOE de Cáceres, Álvaro Sánchez Cotrina, se apresuraron a descartar esta opción, manifestándose "absolutamente contrario" a la propuesta de Ibarra de facilitar el gobierno popular. Recordó que Guillermo Fernández Vara en su día no pudo gobernar: "Se me revuelve todo escuchando este tipo de comentarios".
También señaló que una decisión de "ese calado" no puede ponerse "encima de la mesa" en este momento e insistió en que deberá ser valorada por los órganos del partido y por el conjunto de la militancia porque "las direcciones no somos solo los secretarios generales".
De militancia ha hablado este martes la portavoz socialista Montse Mínguez al referirse a la idea de Ibarra. Mínguez, extremadamente crítica este lunes con los populares como el resto de su partido, dijo que la decisión de abstenerse para facilitar la investidura de la popular María Guardiola sin los votos de Vox corresponde al partido en Extremadura.
La portavoz socialista ha incidido en que el voto de los socialistas extremeños para la investidura de Guardiola va a corresponder "a los militantes de Extremadura" porque, ha recordado, en cualquier investidura se les da voz para que decidan. No obstante, ha insistido en que "ahora es el momento de Guardiola", para que decida con quién quiere negociar su investidura, algo que Mínguez da por hecho que será con Vox.
"Abstención negociada"
Mientras, el propio Ibarra ha dado más detalles este martes sobre su propuesta de una "abstención negociada" del PSOE. Según ha señalado en una entrada en su blog, el objetivo es evitar "un gobierno del PP condicionado hasta la saciedad por un partido como Vox", algo que el PSOE puede evitar, para lo cual "bastaría con poder negociar con el PP un acuerdo de investidura para que su candidata obtenga la Presidencia de la Junta de Extremadura mediante la abstención negociada del PSOE".
Esto pasaría por el que el PSOE acepte que "el PP cumpla su programa de gobierno para lo que han decidido la mayoría de extremeños y que el PSOE introduzca en ese programa factores esenciales" del suyo.
A su juicio, el resultado obtenido en las elecciones del 21D en Extremadura "obliga a un ejercicio de responsabilidad" ya que a la región "no le interesa una repetición de las elecciones", algo que podría ocurrir si finalmente "el PP no fuera capaz de obtener la investidura de su candidata y, en consecuencia, de formar gobierno".
"Solo el PSOE puede arrumbar la prepotencia de Vox y la hipoteca del PP a alguien que no busca lo mejor para una Extremadura libre y democrática", dice señalando que "el PSOE puede evitarlo". En esa negociación tendrían que entrar, en su opinión, "un programa de infraestructuras, de vivienda, de retención del talento y de estudiar los campos en los que los extremeños somos competitivos y competentes sería una conquista de la región en materias que necesitan dos o tres legislaturas para llevarlas a buen puerto".
