Lo dijo el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, el pasado martes: "Estamos ante una semana decisiva" para cerrar o no un acuerdo con el PSOE, cuyo estado definió como el de una "fruta madura". Al día siguiente los equipos negociadores de socialistas y centristas se reunían durante toda la jornada, aunque oficialmente sólo posaron para las cámaras a primera hora de la tarde, y avanzaban significativamente en medidas de regeneración, lucha contra la corrupción y modelo productivo, las tres patas de un acuerdo de Gobierno que todavía tiene un escollo importante en materia fiscal pero que ambos partidos tendrán listo para principios de la semana que viene. Ciudadanos no piensa transigir con ninguna subida de impuestos a la clase media como los que barruntan que pretende el PSOE. El consenso puede estar, curiosamente, en el status quo fiscal, herencia del PP tras la última bajada del IRPF. razón de más para convencer a los populares de abstenerse en la investidura de Sánchez, el gran reto que tiene por delante Rivera.
Por lo demás, el equipo económico que lideran Luis Garicano, Toni Roldán y Francisco de la Torre, renuncia a su modelo de dos tipos de IVA, del 18% y del 7%, así como a sus dos medidas estrella en materia laboral: el contrato único con indemnización creciente y el complemento salarial. No obstante, tratarán de simplificar la contratación, aunque renunciando a su postura de máximos, y se está buscando un punto común entre el complemento salarial, una especie de impuesto negativo para quienes menos ganan, con el ingreso mínimo vital del PSOE. La obsesión de Ciudadanos es evitar que una medida así pueda desincentivar el trabajo.
Que las medidas contra la corrupción serán uno de los elementos fundamentales del pacto PSOE-Ciudadanos lo prueba la jornada de trabajo que sobre el particular tendrá el sábado en Madrid Albert Rivera con sus portavoces autonómicos. Un evento que se celebrará la víspera de la reunión del Comité Ejecutivo de Ciudadanos, que de manera harto inusual y sorpresiva se celebra un domingo. Fuentes de la formación naranja aseguran que estaba convocada desde hace quince días, aunque lo cierto es que la prensa no ha tenido conocimiento hasta la mañana de este viernes. En la reunión se estudiará el acuerdo con el PSOE y se valorará sobre el sentido del voto a la investidura de Sánchez, un aspecto que ha generado confusión esta semana. El miércoles el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, en la rueda de prensa posterior a la reunión de los equipos negociadores, llegaba a amenazar con no votar sí a Sánchez ni aunque hubiese acuerdo programático con el PSOE, una postura que otros dirigentes del partido en privado y al día siguiente Miguel Gutierrez, secretario general del grupo parlamentario, corregían.
Así las cosas, Sánchez y Rivera están a un paso de cerrar un acuerdo de Gobierno, como lo definió hasta en cuatro ocasiones la semana pasada el dirigente naranja Miguel Gutierrez. Quedará por saber, entonces, si la abstención del PP o de otros grupos posibilita que salga adelante dado lo exiguo, 130 escaños, de la suma del socialismo con el centrismo. También si Rivera está dispuesto a echar por tierra toda la hemeroteca del último año, donde no se ha cansado se repetir que no negocia "por sillas o sillones" y se abre a la idea de colaborar activamente en un Ejecutivo de coalición, una idea a la que él mismo ha abierto la puerta en alguna ocasión y que alguno de sus colaboradores comenta como factible en privado.