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Rajoy afronta su nueva cita con Sánchez sin apenas esperanzas

El PP no espera más que una foto de la reunión con Sánchez. Según Maillo, “parece que prefiere una investidura fallida a construir un gobierno”.

El PP no espera más que una foto de la reunión con Sánchez. Según Maillo, “parece que prefiere una investidura fallida a construir un gobierno”.
Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, este martes en el Congreso | EFE

“¿Perspectivas? Ninguna”. Este martes, Mariano Rajoy volverá a estrechar la mano a Pedro Sánchez, posarán ante el aluvión de cámaras y se encerrarán en una dependencia del Congreso de los Diputados. Pero, salvo sorpresa de última hora, no habrá avances con respecto a su primer encuentro tras el 26J. A ojos de la dirección, el líder socialista busca con descaro “una investidura fallida” para, llegado el caso, intentar dar el paso. Y, por ello, la presión sobre Ciudadanos fue a más, en un marco de cierto abatimiento generalizado.

Según las fuentes consultadas, Rajoy es consciente de que su margen con Sánchez es muy limitado, pero no tirará la toalla. Pasó el fin de semana en Moncloa preparando el despacho -como también el de Albert Rivera- y buscando aliados entre empresarios e históricos del PSOE para intentar que rectifique. El domingo por la tarde, llegó el espaldarazo de Felipe González, pidiendo una abstención para el PP. Si bien, el equipo del presidente en funciones reconoce que las noticias de Ferraz no son buenas, amén de que sus portavoces no paran de repetir públicamente que no se moverán del “no”.

Sin voluntad de diálogo, en el PP ven pocas opciones de entrar en el detalle de medidas concretas, aunque -según El País- se hayan estudiado 125 puntos del pacto firmado entre el PSOE y Ciudadanos en los que se puede llegar a acuerdo. “Rajoy será abierto, flexible y constructivo por el interés general de todos”, reiteraron desde su equipo, pero poco más. Si no hay avances, no habrá un equipo negociador. “La clave está en poner, por encima de las convicciones partidistas y personales, el sentido de la responsabilidad”, se podía leer este lunes en los argumentarios internos.

Efectivamente, los vicesecretarios generales que dieron la cara ante los medios se acogieron al “sentido de la responsabilidad” de Sánchez para no dar por perdidas las negociaciones. Pablo Casado le reclamó “altura de miras, y abogó por un gobierno “fuerte” y “con la mayor base posible”. “Esto no es un juego de trileros. Hay que asumir responsabilidades y salir de la trinchera”, se sumó Andrea Levy. En todo caso, el realismo de Fernando Martínez-Maillo fue demoledor: “El PSOE parece que prefiere una investidura fallida a construir un Gobierno”, se quejó en una entrevista en ABC.

Tras Sánchez, el miércoles llegará el turno de Rivera, y la posibilidad de que pasen de la abstención al voto afirmativo sigue pareciendo hoy una misión complicada. “No le pedimos más que lo que hizo en diciembre; sentarse a dialogar para desbloquear la situación. En el debate de investidura de Sánchez dijo una frase Rivera: ‘No me importa quién es el presidente, me importa España’. Que lo diga exactamente igual para Rajoy”, en palabras del número tres de la formación. Para Génova, el hecho de que Ciudadanos se mueva es clave para poner al PSOE entre la espada y la pared. Un mensaje que, según las fuentes consultadas, le habría llegado “por distintas vías”.

Inmediatamente después de despachar con Rivera, Rajoy reunirá al comité de dirección en Génova13 y volverá a hacer un análisis de situación, para a renglón seguido comparecer ante los medios. Cabe recordar que el presidente en funciones, pese a haber aceptado el encargo del Rey, no ha aclarado todavía si irá al debate de investidura en caso de no tener los apoyos suficientes. “Una investidura es para ser investido, no para hacer un debate sobre el estado de la Nación”, repitieron los suyos.

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