Quim Torra se cree Josep Pla y está formando una corte de aduladores cuya misión es la de difundir que el presidente de la Generalidad, que ha dejado un reguero de lamentables textos en la prensa digital separatista, es en realidad un gran intelectual dotado de eruditos conocimientos sobre el periodismo que se practicaba en Cataluña antes de la Guerra Civil, entre otras disciplinas.
Aprovechando el cargo y la circunstancias y con grandes expectativas comerciales, la editorial Proa presentará este lunes El quadern suís, escritos inéditos de Torra elaborados entre 2006 y 2007, en los poco más de doce meses que pasó en Suiza hasta que fue despedido de la aseguradora en la que trabajaba.
Según Vicent Partal, director del decano de los digitales subvencionados, Vilaweb, en el libro cuyo título ya avanza las pretensiones planianas del presidente catalán "está el Quim Torra que la burda propaganda ha querido ocultar; el Torra que se autorretrata en estas páginas es el que después de su estancia en Suiza dejó la gran empresa multinacional para volcarse completamente en la cultura", escribe en su medio Partal. También lo compara con Pla y Eugeni Xammar, sostiene que el sucesor de Puigdemont dispone de una prosa "muy trabajada y rica pero que entra fácilmente, según los cánones del periodismo literario".
Una cultura "brutal"
Según el comentarista de TV3 de la inauguración de los Juegos del Mediterráneo, Jordi Rubirosa, "Torra es un hombre de visión y de letras". "Yo creo –añadió Rubirosa– que el deporte le gusta, evidentemente, pero él es un intelectual, es una persona con una capacidad cultural brutal y quien diga lo contrario no sabe lo que dice".
Así pues, el presidente supremacista es un tremendo intelectual según la crítica y los comentaristas nacionalistas. Aprovechando el relieve del cargo, la editorial espera despachar varias ediciones con las personales observaciones de Torra sobre la historia del chocolate, el queso suizo, las costumbres y los paisajes del país helvético.