Uno de los errores de los adversarios de Pedro Sánchez ha sido darle por muerto en unas cuantas ocasiones. El líder socialista ha demostrado que tiene una capacidad innata para resucitar de sus cenizas y sobreponerse a las adversidades, ya sea un Comité Federal que le fulmina o unas elecciones que hunden a su partido. Una mezcla de temeridad y osadía que le permite mantenerse a flote.
Sánchez finalizó el mes de junio muy tocado. Las elecciones andaluzas habían dado un respaldo abrumador al PP en el otrora feudo del PSOE. La cumbre de la OTAN le proyectó, como dicen en Moncloa, en un "actor global". Sánchez, tras reunirse con Biden, se reinventó como atlantista, pero su compromiso para aumentar el gasto de Defensa abrió una brecha con sus socios de Unidas Podemos, incluida Yolanda Díaz, que hasta el momento se había mantenido al margen de varias polémicas.
Entonces, llegó el debate sobre el estado de la nación. Sánchez aprovechó para hacer unos anuncios, como los hachazos fiscales a los bancos y las energéticas, que "cohesionaron" al Gobierno y gustaron a sus socios. Las medidas están en pañales y muchos en el Ejecutivo todavía no saben explicarlas pero eso es lo de menos.
Operación Resurrección
En La Moncloa están exultantes tras estos días y creen que Sánchez ha vuelto a renacer de sus cenizas. La reunión con Aragonés también ha salido "bien", y se espera que la relación mejore tras la "mesa de diálogo" de la ultima semana de julio. ERC vuelve al redil de "la mayoría de la investidura" y al Ejecutivo le vuelven a dar los números para sacar adelante unos Presupuestos Generales.
La prueba de que esta "recuperación" es que este lunes no habrá Ejecutiva del PSOE. Los socialistas llevan unas semanas con el run run de posibles cambios en el organigrama del partido, en especial con el relevo del portavoz de la Ejecutiva. Sánchez ha vuelto a posponer los cambios. En el partido también están contentos con el discurso del portavoz parlamentario, Héctor Gómez, en el debate del estado de la nación.
Tras calmar las aguas en el PSOE, restablecer puentes con sus socios y "cohesionar" al Gobierno, la siguiente parada es volver a ganarse a la ciudadanía. La Moncloa está diseñando una rueda de prensa de balance de mitad de año, similar a la que hace en Navidades. Será el viernes 29 de julio en La Moncloa. Una oportunidad perfecta para dirigirse a la ciudadanía y lanzar unos mensajes contundentes. Esa semana también tiene previsto reactivar su agenda internacional, con varios viajes comunitarios que le vuelvan a proyectar como "líder global".
Sánchez, que no presidirá la mesa de diálogo con Cataluña, recibirá la última semana de julio a los dos presidentes autonómicos que han sido investidos en los últimos meses. Por un lado, el castellano y leonés, Alfonso Fernández Mañueco, y por otro, el andaluz Juanma Moreno. Una forma de "camuflar" el impacto mediático de una mesa de diálogo que presidirá el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Mientras el Gobierno cierra acuerdos con la Generalidad, Sánchez estará esos días reunidos con dos presidentes autonómicos del PP.
A la espera de las medidas
Tras estas semanas intensas, Sánchez se irá de vacaciones. A la vuelta, quedará por ver si hace un nuevo "impulso" y remodela el Gobierno para lo que queda de legislatura. De momento, la tónica es aprovechar la inercia del debate para seguir en su plan de resurrección.
En septiembre, es cuando tienen que entrar en vigor algunas de las medidas anunciadas como la del abono transporte bonificado al 100% en Cercanías y Renfe Media Distancia. La ministra de Transporte aseguró que tendría un coste estimado de 250 millones. Una cifra que contrasta con los 200 que afirmaba que valdrían el descuento del 30% en el mismo abono.
Los dos partidos que conforman el Gobierno ya ultiman cómo introducir los dos nuevos impuestos: a las energéticas y a la banca. Será mediante una Proposición de Ley que registrarán PSOE y Podemos en el Congreso. El Ejecutivo ha escogido esta forma, similar a la que el Grupo Parlamentario Socialista eligió para la ley de eutanasia o para "abolir la prostitución", ya que es más rápida que una aprobación gubernamental, que requiere doble vuelta y pasar por los órganos constitucionales.
En Podemos, y en el entorno de Yolanda Díaz, siguen "en shock". Medidas como la del abono o la del impuesto a la banca las habían propuesto hace sólo unas semanas y se habían encontrado con la negativa del sector socialista. En sólo unas semanas, esas medidas han sido aceptadas y Sánchez se ha agenciado su paternidad desde la tribuna de oradores pero en lo que coinciden todos es que "el Gobierno tiene recorrido".